Pregunta la Directora del programa y yo,
humildemente aporto...
humildemente aporto...
Falta la Lámpara de Diógenes...
Para seleccionar directivos empresariales y
gubernamentales.
Él buscó “UN HOMBRE” a
plena luz del medio día.
Sus adversarios le dieron des-obligantes
epítetos.
Por no pertenecer a círculos
convencionales.
Rechazó los alardes y honores de la
guerra.
Cuántas décadas se necesitarán para
volver a
aplicar valores en Colombia?
Diógenes,
moralista que criticó a corruptos y deshonestos, decía:
“Disfrutemos
cuando somos íntegros y huimos de la corrupción.
No
cambiemos por dinero la paz de nuestra conciencia”.
Prefirió
alejarse de Corinto, antes de vender su alma,
con
la SUCIA propuesta de su padre, el Tesorero.
Vivió
sin contaminarse, en el mundo de la época,
despreciando
los bienes, las banalidades y las riquezas.
Marginado de las apariencias, la
hipocresía,
la imprudencia y el egoísmo.
El mundo desconoce a este asceta
enamorado
de la Creación, que se extasiaba en
el paisaje.
Para quien era suficiente el
alimento de flores y semillas,
y que saciaba su sed utilizando sus
manos por vajilla.
Diógenes
alguien que no necesitó de muebles, ni mansiones.
Para
la inclemencia de la noche, disfrutaba de un tonel
y
para gozar del sol se reclinaba en los pórticos de las iglesias.
Envolvía
su humanidad en un manto y sin rumbo,
caminaba
descalzo.
“Libre
pensador”, que despreció la dependencia del
Gobierno Central de Alejandro Magno, quien preguntó a
Diógenes:
“Qué puedo hacer por ti?
A lo cual contestó: “Retirarte, para que
pase el sol”.