“Contra los hechos,
no valen los argumentos”,
alguien diría y se me escapa quien.
Esta linda frase puede utilizarse en
todo trance injusto,
disociador, trágico,
insuficiente de amor, es decir,
todo lo que cause traumatismo, inconformidad,
desconcierto,
lo que desarmoniza, confunde y
defrauda a un ser o sociedad.
Por ello y lo que se escape, no
habrá lugar,
ideología, estado o gobierno que se disculpe y
haga un “acto de
perdón” público,
que, además es por modalidad, no por
reflexión,
pues se continua delinquiendo, de forma anárquica;
se sigue
causando temor y terror, con los acontecimientos,
fuera de
todo orden, dónde quiera que realicen revueltas.
“basura”, deja de mover intereses encontrados de
fanáticas masas e ignorante gentuza que van
como borregos, sin PASTOR.