Nuestra vida no es vida, puesto que no hay libertad, la libertad
del
–mundo- se trasladó a las almas sin DIOS.
La libertad de siglos, no fue bien atendida, ni sanamente aplicada
a la paz y al amor. La armonía, el equilibrio, la alegría y el perdón.
La libertad barrió la tierra, dejó huérfanos los bosques y atenta
contra las selvas. La libertad contaminó las AGUAS TODAS.
La libertad devastó las familias, los derechos, los deberes no existen.
La libertad dejó sin padres a los niños, sin mamá a los NO nacidos,
sin
hijos a los ancianos y a los hijos sin ilusiones.
La libertad se llenó de tiniebla, alcohol y droga.
La libertad se tomó a la humanidad y la convirtió en pecados
capitales.
capitales.
La libertad hinchó los cuerpos ausentes de amor y dejó sin
carne la vanidad de las mujeres.
carne la vanidad de las mujeres.
La libertad atiende una pantalla que la distrae, la satisface, la
corrompe.
corrompe.
La libertad llenó de enfermedad el orgullo y la soberbia.
La libertad mató el sueño, la ilusión, el deseo.
La libertad, pisó la romántica luna que llenó de antenas y cables
el horizonte. El Arco Iris, tímidamente se asoma en lejanía,
porque en la ciudad no cabe.
el horizonte. El Arco Iris, tímidamente se asoma en lejanía,
porque en la ciudad no cabe.
La libertad llenó de gris los aires, quiso apagar el sol y las
estrellas.
estrellas.
La libertad convirtió las montañas y colinas en altiplanas carreteras
y autopistas. Cercenó los cerros, se robó la pata de las montañas
y autopistas. Cercenó los cerros, se robó la pata de las montañas
para construir viviendas y esconder
la otra parte de la libertad.
La libertad trocó el musical ruido del tren y el despertar de su pito
en los valles y montañas, por el ACPM de las mulas y las flotas,
enloqueció a los jóvenes, con las motos.
en los valles y montañas, por el ACPM de las mulas y las flotas,
enloqueció a los jóvenes, con las motos.
La libertad acabó con las fincas sembradas de alimentos, urbanizó
los pueblos y mató los paseos familiares, el sustento de los
terratenientes que horneaban las colaciones, que endulzaban la
chispa de una charla sabanera con obleas.
La libertad volvió insípido y amargo el paladar…
los pueblos y mató los paseos familiares, el sustento de los
terratenientes que horneaban las colaciones, que endulzaban la
chispa de una charla sabanera con obleas.
La libertad volvió insípido y amargo el paladar…
La libertad cambió las labranzas que nos alimentaban y hacían
florecer los campos, por los contaminantes que mutilan los niños
por nacer y enferman a las gestantes. También los hombres
caminan y contaminan, llevando en sus cuerpos los insecticidas
del comercio de las flores para San Valentín.
por nacer y enferman a las gestantes. También los hombres
caminan y contaminan, llevando en sus cuerpos los insecticidas
del comercio de las flores para San Valentín.
La libertad retiró el dulce de los trapiches, el trabajo de las mulas
y el agua de panela. Porque, la libertad quebró a los domésticos
cultivadores de la caña de azúcar y los gigantes sembrados están
al servició del etanol.
y el agua de panela. Porque, la libertad quebró a los domésticos
cultivadores de la caña de azúcar y los gigantes sembrados están
al servició del etanol.
Nuestra sabrosa dieta, sanamente nutrió nuestro cuerpo, ahora es
amenazado con el /desinfectante de moda/, que suplió a la panela.
La libertad mató el ajiaco, el puchero, el peto, la mazamorra chiquita
y la morcilla. Nuestros alimentos huelen a alcohol porque la infección
y la morcilla. Nuestros alimentos huelen a alcohol porque la infección
nos quitó
la libertad de comer, de vivir.
La libertad cambió el artesanal y rústico vestuario, los encajes y
sedas, por las telas acrílicas, que enferman.
sedas, por las telas acrílicas, que enferman.
La libertad quebró a los algodoneros colombianos y con ellos a
Fabricato, Coltejer y Vicuña.
Fabricato, Coltejer y Vicuña.
La libertad terminó con las cobijas de lana y con éstas el trabajo
artesanal, en ellos, los pastores y rebaños.
artesanal, en ellos, los pastores y rebaños.
Se acabaron las cotizas y alpargates y los tenis de Croydon.
Se acabaron los canastos, los costales, las lonas y los talegos
de papel, que vuelven…
de papel, que vuelven…
Se acabó la leche de vaca, así el kumis y el kéfir casero.
Los dulces de la leche de cabra para comer con queso campesino,
cuajada y pan francés.
Los dulces de la leche de cabra para comer con queso campesino,
cuajada y pan francés.
A quienes aprendían, les mutilaron a Marroquín, a Andrés Bello
y a Suárez.
y a Suárez.
Tienen lenguaje único de redes. Quedamos somnolientos, quienes
leíamos a Tagore y Gibrán.
La libertad, calló los libros que nos hablaban, que dibujaban en
la mente de los niños los sueños de Pombo, en los jóvenes el
romanticismo de Silva e Isaacs.
la mente de los niños los sueños de Pombo, en los jóvenes el
romanticismo de Silva e Isaacs.
La libertad acabó con la música de Mozart, Beethoven y Litz.
También de Bach, Strauss, y los que alimentaron el alma.
A los Panchos, los Tres Ases y a Garzón y Collazos.
También de Bach, Strauss, y los que alimentaron el alma.
A los Panchos, los Tres Ases y a Garzón y Collazos.
La libertad hizo que la codicia enriqueciera a unos pocos,
a costa del resto de la humanidad hambrienta.
No fue suficiente la India, China, Latinoamérica, los países
asiáticos, que no saben que al otro lado de sus contaminados
mares, hay gente con diferentes ojos.
a costa del resto de la humanidad hambrienta.
No fue suficiente la India, China, Latinoamérica, los países
asiáticos, que no saben que al otro lado de sus contaminados
mares, hay gente con diferentes ojos.
La libertad quitó los campanarios y los atrios de las iglesias,
para convertirlos en plaga de palomas y drogadictos, sostenidos
por los soberbios, los sádicos y los facilistas.
para convertirlos en plaga de palomas y drogadictos, sostenidos
por los soberbios, los sádicos y los facilistas.
Rejas, rejas, rejas.