Otrora curiosidad y buscando la fecha de San Esteban, emergió al escritorio, “Santa Esperanza”, me sorprendí, y, en un monólogo interior pensé:
Cómo así?
Sé que es la segunda de las tres, Virtudes: FE, ESPERANZA y CARIDAD, lo que me hace inmensamente feliz, mas no sabía que era un día santo.
Además, Nuestra Señora de la Esperanza o Virgen de la Esperanza me es significativo por el Día de la Inmaculada Concepción o Nuestra Señora de Lourdes.
Caída de la esperanza... |
Después de establecer el Día de Santa Esperanza, cuya celebración onomástica es el 18 de diciembre, me detuve a leer lo concerniente a mi nombre en la Guía Infantil y encontré:
- La esperanza, en su propio sentido, “espera algo bueno”, guardando la esperanza, para bien de la humanidad". La esperanza es la última que se pierde, por tanto quien no la Tiene, vive infeliz.
Dudas respecto de la ESPERA, no hay.
La esperanza "Huye de los conflictos, por tanto refleja un espíritu jovial, optimista, luchador, vital y lleno de alegría. Se supone, de mente rápida, dinámica, extrovertida y simpática, que la hace rodearse de buenos amigos.
Se desvive por crear en el entorno un ambiente de armonía; busca la felicidad que la lleva a la necesidad de complacer a su familia y amigos haciendo lo que esté a su alcance para lograrlo.
Aparte de la gran variedad de usos que se le da por la importancia que tiene su significado, es un nombre sencillo y humilde para las mujeres que lo llevan, no pasa de moda y sin embargo, es poco popular.En todos los idiomas significa lo mismo. Esperánce en francés, Speranza en italiano, Hope en inglés. Nombre que adopta formas tan diferentes, como Elpidia, en griego.
Se utiliza en personajes literarios y lugares, como Cabo de la Buena Esperanza en Sudáfrica.
Algo curioso que nada tiene qué ver con mis devociones, sí, respecto de la mitología: La caja de Pandora se cerró, por falta de esperanza.