miércoles, 14 de noviembre de 2012

-Se vende lo que el cliente compra-

                    Cuando era niño, iba a la peluquería del barrio y me atendía
un japonés, en apariencia alegre, quien con una enorme sonrisa me decía:
Sillon De Peluquero
“Qué dice Jaime? Cortao pelo?”
Yo, asentía, entonces él, me sentaba en un sillón rojo, alto y grande.
Luego entablábamos una conversación respecto de mi familia y mi escuela,
o un diálogo de lo que él preguntara.
Al terminar, cordialmente enviaba saludos a los míos
y me regalaba un caramelo.

Este feliz recuerdo ha alimentado durante mi vida la buena atención.
Todo cliente, por bravo, mandón o exigente, al demandar un servicio,
espera por lo menos, una sonrisa.
No sentir que “es uno más”; espera ser escuchado con atención a su solicitud.

-El toque profesional, jamás lo proporciona un diploma, la atención es un algo especial que alguien proporciona a uno o a otro, sin distinción-.

El dependiente debe tener conocimiento suficiente del producto que ofrece;
a su atención agregar dosis de asesoría, no de confianza;
colocar el artículo y generar demanda y divulgación
–persona a persona- cual es la mejor publicidad para atraer nuevos clientes.

Cuando una persona requiere información sobre un producto, necesita
consideración y respeto.
La buena educación, cortesía y apoyo, convierte el negocio en una
sala de ventas que proporciona majestuosidad a quien solicita un servicio.
El propietario, socio, administrador o vendedor, “no tiene que…”, sino
asumir empoderamiento, porque es su trabajo y la actitud debe ser para proporcionar -oferta y demanda-, además de que ambos, cliente y dependiente, terminen satisfechos.

-El servicio desplaza la producción y la satisfacción del cliente redunda en el éxito del negocio- Abandonar negligencia de temperamento, si se tiene.
El objetivo debe ser calidad de servicio.
Quien proporciona la “calidad de servicio”?
Todo dependiente cortés en el trato, sentido de pertenencia,
compromiso, carisma y calidad humana.
Abandonar negligencia de temperamento, si se tiene, debe abandonar 
la negligencia de temperamento, si la tiene.

Qué puede lograr un dependiente con las características anteriores?

 Satisfacción al –ego- de su cliente, llámese soberbia por ignorancia
o soberbia por poder.

Qué genera el servicio al establecimiento para el cual se labora?

Prestigio.

Qué significa para él mismo?

Satisfacción, lealtad y sentido de superación.

Cómo se obtienen los logros?

Con humildad y aceptación, si no se hacen comentarios descorteses,
ni desleales, una vez se ha marchado el cliente.

A 2012, China maneja el mercado mundial, aunque sus productos 
tienen mucho qué desear…
Sin embargo, dicen los chinos:
 “Quien no sabe sonreír, que no abra un negocio”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario