domingo, 3 de enero de 2016

Renuévame, Señor!


Mientras, Jesús Niño, el alma se me cura
déjala que se ampare junto a Ti.
Permite que se allegue con ternura,
a la suave pajiza de tu alcurnia.
 
La preciosa novena de Aguinaldo,
en la niñez de siete décadas de vida,
acompaña mi alma que fulgura
de dicha y paz…no de amargura.

Yo quisiera Jesús estar mirando,
a través de la luna la hermosura,
que irradie tu mirada, al inclinarme,
para ver de tu Luz hecha ternura,
cerca al buey, indulgente con la mula,
visita de pastores y reyes, con dulzura.
  
La sed de amarte con alma enriquecida,
de paz y de alegría,
hazla sentir aquella hermosa cuna,
no en sombras de silencio, ni de angustia,
para ofrecer las palmas de mi mano,
invadidas de amor que en Ti perdura.

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