jueves, 10 de noviembre de 2016

Sana tu árbol genealógico de antes y después… ¡ORANDO!

Por coincidencia o inspiración de ciertas situaciones, 
llegó a mi escritorio un profundo texto que me hizo recapacitar. 
Estudiosa de lo que compete a la familia, deseo compartir 
en mi blog la siguiente –RECOPILACIÓN – sobre el estudio 
del Padre John Hampsch.
La sanación intergeneracional es una oportunidad de 
reconocer y sanar lo que influye en la familia, desde el pasado, 
con repercusiones para el futuro.
Actos negativos que se introducen en nuestra “sangre” 
y tienen consecuencias.
Cada vez se va reconociendo más que no solo se heredan 
los rasgos físicos, sino también los rasgos psicológicos.
¿Cuántas veces oímos que el mal genio es un rasgo familiar? 
Igualmente la ira, es un origen de desamor no sanado.
“Las familias son los bloques que edifican la sociedad; 
como grupos básicos naturales sociales que tienen un lugar 
muy especial en el plan divino de sanación colectiva. 
Porque la familia se constituye por la sagrada unión 
del matrimonio.
Las frecuentes bendiciones en el Antiguo Testamento 
sobre las familias que reverencian a Dios se hacen patentes 
con signos externos tales como riqueza, categoría social 
e incluso salud. 
Son más importantes las internas relaciones con la familia, 
como la lealtad a Dios y a su ley.
Así pues cuando una familia procura vivir junta con amor 
desinteresado, venerando a Dios, dando acción de gracias 
y teniendo FE, sus miembros estarán 
contentos y en armonía.    
Sigue dos


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