lunes, 20 de abril de 2020

¡AGUA VIVA!


El AGUA, no sigue su curso, la hemos contaminado, canalizado
y sepultado.

Lo que toca con mi peregrinar en lo que fueron del Salto de
Tequendama, las playas colombianas, las Cataratas del Niágara,
el Salto del Ángel, el Río Subachoque, la Quebrada de Tibagota,
todo gritaba AGUA y VIDA.

1)   El Río Arzobispo, es cuna de los malhechores y de sus AGUAS
solo quedan lágrima póstumas.

2)   El Río San Francisco, dónde las familias santafereñas 
lavaron sus tradiciones y ropas, corre por debajo del asfalto de 
la Avenida Jiménez, de sus escasas AGUAS, se tomó parte para 
que los citadinos se recrearan con el Eje ambiental, convertido 
en “caneca" de quienes deambulan por la urbe, sin civismo ni 
sentido de pertenencia, haciéndolo suyo.

3)   El Río Bogotá, la más grande alcantarilla, borró de mi 
memoria la historia contada por papá, respecto de su cauce, 
como estudioso del tema.
 
4)   El Río Balsillas, testigo de mi infancia, bañó los jóvenes 
cuerpos de mis hermanos. 
Enriqueció el paisaje en el escenario de los “piquetes” que 
mi familia, gloriosamente degustaba los domingos. 
Doña Juana, lo ahoga. 

5)   El Chorro de Quevedo, que surtió el primer acueducto 
doméstico en Santa Fe de la Esperanza, es centro turístico 
de hippies y venta de “dosis personal”.

6)   La laguna de “Guatavita”, la convirtieron en represa, 
con su consabida contaminación.
De ellos quedan sus nombres, leyendas y mis anécdotas

1 comentario:

  1. Es un tema muy interesante para tomar conciencia y cuidar el medio ambiente que Dios nos regalo.

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