Interiorizar

En el nombre del Creador, me respeto, me amo y me apruebo.

Respeto, amo y acepto a los demás…

Entrego amor porque me hace sentir bien a mí

y a quienes lo manifiesto…

En el nombre del Creador, me regocijo con esta expresión de júbilo interior, 

dónde permanece Dios, cual es, el corazón.

Porque me amo cuido amorosamente de mi salud.

Con amor me alimento sana y saludablemente.

Visto mi cuerpo pulcramente y camino con decoro,

Así la energía que irradio es sana para mí y el entorno.

Cuanto el amor que atesoro y reparto, más tengo para dar…

la provisión es inagotable, ahí está Dios!

La entrega de amor hace que me sienta bien,

es una expresión de júbilo interno, de paz.

Porque me amo, me procuro un hogar confortable,

limpio, que satisfaga mis necesidades.

dónde sea placentero estar, compartir, ORAR y meditar.

“Lleno las habitaciones con la vibración del amor del Señor,

para que todos los que entremos en ellas

percibamos ese amor y podamos alimentarnos de Él”.

Porque me amo, amo la labor que desarrollo,

que realmente disfruto, donde pongo en juego mi talento,

mi capacidad creativa; trabajando con y para gente que amo

y que deseo me respete y me ame, así todos ganamos.

Porque me amo, actúo afectuosamente

con las personas, el entorno, el medio ambiente;

sé que todo lo que doy, vuelve a mí, multiplicado,

A mi vida atraigo la gente sinceramente amorosa,

cordial, trabajadora, honesta, sana y “bonita”.

Ellas servirán de espejo a mis actitudes, me servirán para orientar

los malos hábitos que yo no haya superado y la madurez

que no haya logrado aun…

Mi entorno, la gente y el Universo, me muestran al Creador!

Porque me amo, perdono y renuncio a recordar  el pasado,

toda experiencia que me hizo sentir mal, que lastimó

mi ego, no mi espíritu, si logro la anterior disciplina espiritual,

 ¡seré libre!

  Porque me amo, vivo totalmente en el ahora,

sintiendo que cada momento es bueno, hermoso,

resplandeciente, jubiloso y seguro…

¡DIOS ES OMNIPRESENTE!

Porque soy una criatura amada por Dios,

Quién creó el Universo para que yo me supliera,

para que lo cuidara, para que lo compartiera…

Por eso el Universo amorosamente se ocupa de mí…

Me da aire y agua, ahora y por siempre jamás, en Dios!

Todo está bien en mi mundo

Interpretación de las invocaciones de Louise H. Hay