Amarse así mismo es el reconocimiento de la
semejanza que tenemos
con el Creador y sostenerse uno mismo en Él.
Amarse es el respeto personal o autoestima,
que nos motiva,
sin necesitar del reconocimiento ajeno, cultivar
la –individualidad-
Amarse es aceptarse tal cual se es, con el
análisis imparcial
a nuestras desventajas y virtudes.
Amarse, llaman otros, “ser
bueno con uno mismo”
Amarse, para dar a los
demás el fruto de nuestra experiencia interior,
que no es otra cosa que el Segundo
Mandamiento:
“Amar al prójimo, como
a nosotros mismos”.
Que si no lo
experimentamos desde nuestro corazón, difícilmente
lo proyectaremos hacia
el del frente.
Se comenta que no
podemos dar lo que no proporcionamos
a nosotros mismos.
Qué padres seremos?
No podemos aceptar a
nuestros hijos, si no nos aceptamos así mismos,
pues ellos llevan en parte, nuestra
genética.
Cómo podremos ser
excelentes padres, si no soportamos a nuestro conyuge,
nada más para comprender
que nuestros hijos, llevan su genética, también.
Aceptarnos en
sentirnos bien con nosotros mismos, retirando la lucha
interior de repetir nuestras
desventajas y dejar de reconocer, nuestras
virtudes.
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