domingo, 16 de diciembre de 2012

NAVIDAD

Tradicional fiesta de la humanidad que espera la remembranza del
nacimiento del Salvador del mundo.
Después de mucha especulación, hay quienes dicen que Jesús
-nació el 25 de diciembre, después de luna llena.-

Los cristianos la celebramos dentro de la religiosidad y la FE.
Por consiguiente el centro de esta festividad, cual es el nacimiento del Mesías, reúne a la familia, parientes cercanos y amigos, en torno del Pesebre.  
La humanidad se mueve, durante un año, para la preparación de la Navidad,
sea o no cristiana; la demanda de los creyentes, genera labor remunerativa,
respecto de los productos que la enriquecen.

Adultos y ancianos organizan la decoración navideña, para que
los niños tengan esperanza en la llegaba del Niño Dios.
Los jóvenes, pueden ser un tanto indiferentes…

¡Nadie compite, todos esperamos!


Armar el Pesebre es la tarea más original porque se integra
la familia y se acompaña con devota religiosidad. Los hay de variados tamaños, colores, estilos y marcas.
Tanto el Pesebre, como el Árbol de Navidad son el
toque para que las casas luzcan alegremente adornadas.
Vestir el árbol hace la tarea diferente, no hay religiosidad,
ni devoción, hay alegría.

En un lugar escondido del Pesebre se colocan las cartas que los niños
escriben para pedir los juguetes al Niño Dios. En torno de él se reza
la Novena de Aguinaldo y se acompaña con villancicos, que son  
alegres canciones, entonadas a manera de alabanza para
el Creador y Salvador del mundo.

Jamás debe faltar la Estrella de Belén en estos dos símbolos, es:
-Señal de Esperanza-
Primer día de la novena
Al píe del árbol se colocan los regalos que se reparten a niños y adultos,
en la madrugada del 25.
Todas las casas son alumbradas con luces de colores, cuyos llamativos
diseños son creados por la industria mundial.
La época navideña es la gran oportunidad para que la humanidad tenga
como desarrollar diferentes tareas, por la múltiple demanda.

N A V I D A D
Época de Bendición, amor y Perdón, que Dios permite al hombre,
para hacer un tiempo de reflexión y paz.

“El que ha mirado profundamente, siquiera una vez, los ojos de Jesús,
no lo olvida jamás"  San Alberto Hurtado

¡No al aborto!

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