Recopilación -Texto de Antonio Chalita Sfair
…”El Profeta con su profundo sentido espiritual y humano”,
muestra el mensaje de un hombre alimentado de sabiduría que dejó luz en sus
palabras y armonía en sus enseñanzas.
Gibrán criatura espiritual del siglo XIX
creció en el entorno de una naturaleza viva, en marcadas
estaciones climáticas, mar y montaña; corriendo por los campos de nieve llama
la atención de su progenitora para traerlo a casa de vuelta.
“A los siete años, explica: “Madre, quería coger una tempestad,
es que me gustan las tempestades”.
“Meses más tarde, en Semana
Santa, deja abandonadas las sandalias en la puerta de la casa y se pierde.
En vano se le busca y se le llama”. A la media hora, reaparece con un ramo de flores que había ido a coger
al campo,- descalzo para que hubiera mérito- y depositarlo sobre el Santo
Sepulcro”.
Gibrán, entre sus lecturas escogidas, La Santa biblia.
“A los once años asombra a todo el mundo recitando de memoria los Salmos de David”.
“A los once años asombra a todo el mundo recitando de memoria los Salmos de David”.
En un ambiente como el del Líbano, entorno para la meditación,
se inspira Jalil, para escribir su máxima obra de
El Profeta, a la edad de quince años.
¡No al aborto!
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