martes, 12 de noviembre de 2013

Un poco de todo:

Terruño, patria chica y familia

II

HOY todos somos próximos por accidente, por coincidencia,
por necesidad o aventura, por aspiraciones en calidad
de vida o por ambiciones de una vida mejor; aquella
que nos venden los medios, la divulgación de una vida
envuelta de consumismo, cual es el síndrome
de los pueblos latinos”.

HOY! Todos somos foráneos, inmigrantes…
Hemos llegado de un terruño lejano en donde hemos
dejado nuestros padres, familia, parientes y lo que es más
nuestro, los amigos...
Hemos dejado el entorno que nos hacía tener identidad,
  individualidad.

Ha quedado atrás nuestra cultura, medio, hábitos y todo
lo que nos hacía estar seguros, envueltos en calor humano;
 hoy, rápidamente cambiamos nuestra tradición y nos
convertimos en seres con cultura diferente, asimilamos
lo del otro -Y- los dos estamos, profundamente  s o l os…

Hemos tenido que importar a nuestro “fuero interno”,
gustos, ambiciones, tendencias y debilidades;
enrumbamos a destinos desconocidos, aceptamos
por compañeros, seres iguales de solos y frágiles a nosotros,
para asumir una convivencia que a falta de lo anterior,
termina muy pronto, nos hace sentir culpables,
nos debilita, y nos destruye.



La experiencia que vivimos de 
soledad de familiar nos lleva
a ser dependientes; por un 
camino abrupto, en ocasiones,
nos hace pertenecer a grupos “confraternales”,
a falta de apoyo, ayuda y amor.

Buscamos afanosamente una 
vida que no imponga,
que no critique, que no alimente 
de valores, y que nos haga
íntimamente excluyentes del entorno. 

La Esperanza


En ocasiones, vivimos una doble 
tendencia por la supervivencia,
un oficio que nos produzca ingresos, 
que económicamente nos eleve 
el estatus y otra en a p a r i e n c i a,
que nos de convivencia.


A quién quejarnos, 
con quién compartir, 
en quién apoyarnos?

“Toca y se te abrirá, busca 
y encontrarás, pide y se os dará”…

AHÍ está DIOS!
                            Que jamás muere, nunca se enferma 
                                                      y reside en tu corazón.

¡No al aborto, a la guerra y al idealismo de género!


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