martes, 15 de abril de 2014

Reflexión para los hijos


Proverbio 1,8 “Escucha, hijo mío, las amonestaciones de 
tu padre y no desdeñes las enseñanzas de tu madre; 
Porque serán corona de gloria en tu cabeza  y collar en tu cuello”.
Proverbio 2,1,2,3,9  “Hijo mío, si recibes mis palabras  
y guardas dentro de ti mis mandamientos, dando atento oído 
a la sabiduría e inclinando tu corazón a la prudencia. 
Si invocas a la inteligencia y a voces llamas la prudencia. 
Si la buscas como se busca la plata, cual si excavaras un tesoro 
”Entenderás entonces justicia y juicio y equidad; 
en suma, buen camino”.

Proverbio 3, 3, 5  “Que no te abandonen jamás la bondad y la fidelidad. 
Confía en Yavé de todo corazón  y no te apoyes en tu prudencia”.
Proverbio 4, 4, 3, 5, 7, 13, 18, 21, 25, 26   “También fui yo hijo 
pequeñito de mi padre y él me enseñaba sabiduría ante todo, 
no te apartes de los dichos de mi boca. 
A toda costa adquirir la prudencia. 
Retén firmemente la disciplina, mira que es tu vida. 
La senda de los justos es como luz de  aurora. 
Guarda mis palabras en tu corazón porque son manantial de vida. 
Mira siempre de frente y bien donde pones tu píe 
y sean rectos todos tus caminos”.

Proverbio 5, 2, 18,  21 “Para guardar el consejo 
y mantener en tus labios la ciencia. 
Bendita tu fuente, gózate en la compañera  de tu mocedad. 
Los caminos del hombre están a los ojos de Yavé.  
El ve todos sus pasos”.

Semana Mayor y Santa 2014

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