Proverbio 1,8 “Escucha, hijo mío, las amonestaciones de
tu padre y no desdeñes las enseñanzas de tu madre;
Porque serán corona de
gloria en tu cabeza y collar en tu
cuello”.
Proverbio 2,1,2,3,9
“Hijo mío, si recibes mis palabras
y guardas dentro de ti mis mandamientos, dando atento oído
a la sabiduría e inclinando tu corazón a la prudencia.
a la sabiduría e inclinando tu corazón a la prudencia.
Si invocas a la inteligencia y
a voces llamas la prudencia.
Si la buscas como se busca la plata, cual si
excavaras un tesoro
”Entenderás entonces justicia y juicio y equidad;
en suma, buen camino”.
en suma, buen camino”.
Proverbio 3, 3, 5 “Que no te abandonen jamás la bondad y la
fidelidad.
Confía en Yavé de todo corazón
y no te apoyes en tu prudencia”.
Proverbio 4, 4, 3, 5, 7, 13,
18, 21, 25, 26 “También fui yo hijo
pequeñito de mi padre y él me enseñaba sabiduría ante todo,
no te apartes de
los dichos de mi boca.
A toda costa adquirir la prudencia.
Retén firmemente la
disciplina, mira que es tu vida.
La senda de los justos es como luz de aurora.
Guarda mis palabras en tu corazón
porque son manantial de vida.
Mira siempre de frente y bien donde pones tu píe
y sean rectos todos tus caminos”.
Proverbio 5, 2, 18, 21
“Para guardar el consejo
y mantener en
tus labios la ciencia.
Bendita tu fuente, gózate en la compañera de tu mocedad.
Los caminos del hombre están a
los ojos de Yavé.
El ve todos sus
pasos”.
Semana Mayor y Santa 2014
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