Se debe tener conciencia para educar, no importa el núcleo,
nivel, tiempo, edad y lugar…
Espejo de la niña
El pudor es un esmalte,
que preserva y da realce.
El aseo en la persona,
Muchos bienes proporciona.
Buen porte y buenos modales,
Abren puertas principales.
Dios al humilde levanta,
Y al orgulloso quebranta.
Propio es del justo y del sabio,
El perdonar un agravio.
Quien la cólera no enfrena,
Lleva en la culpa la pena.
Da apoyo y tiende la mano,
Al enfermo y al anciano.
No hay nada que a Dios resista,
Ni que se esconda a su vista.
Quien es fiel a su palabra,
Su propio crédito labra.
Pobres o ricos, iguales
Son ante Dios los mortales.
Siempre que puedas haz bien,
Y no repares a quien.
Fragmento dedicado a mi nieta.
Autor: Francisco Martínez de la Rosa
Las editoriales de textos que orientaban la educación
de los niños, incluían guía para maestros, respecto
de la pedagogía que se impartía a los discípulos.
Mi primer libro de urbanidad, (1951),
dónde encontré la composición anterior.
F T D - Edit. Voluntad.
Nota al margen:
El anterior texto es algo del juicio que
aprendí en
casa, siendo niña y que
transmito ahora, siendo anciana.