martes, 15 de septiembre de 2015

De todo un poco… II, en esta inconformidad contenida

                  El hombre explotador redacta sobre un documento 
las leyes para el cuidado del Planeta porque 
ahí no hay capa vegetal, tierra o  agua.
Lo virtual queda en la nube, dicen...
Son meras palabras de algunos ambientalistas, 
a quienes les cabría saber que: 
“Una sola golondrina, no llama agua”. 
Se explota al hombre, por el hombre, para sostener 
una decreciente economía, además de falsa y corrupta.
Aquí, no ha pasado nada… Los encargados del Fisco
hacen su agosto de cuatro años y los colombianos no
dicen nada. ¡Última noticia! 
Sin embargo, el gobierno va en contra de los cultivadores
y productos nacionales. El TLC de nuestro país, nos obliga
a consumir productos extranjeros, que los colombianos
también producimos; obliga a los campesinos
a obtener semillas extranjeras inyectadas que vienen
de países de estaciones, siendo que nosotros somos
del trópico. 
Nuestro territorio es óptimo para escoger las mejores
semillas de la cosecha y utilizarlas en la próxima siembra.
Somos indiferentes del conocimiento de DIOS,
entregándonos al mundo.
Hay desconocimiento de lo que ordena la Santa Biblia,
cosechar y ofrendar el mejor fruto al Señor
en señal de gratuidad.
 
La fauna sigue siendo explotada y en vías de extinción,
las marinas, como es el caso denunciado, respecto
del “caldo de la aleta de tiburón” y el cocido de tortuga.
También, los matan
Las aves emigran a las ciudades y se
convierten en plaga.
Las inundaciones se presentan en las épocas de invierno,
porque los ríos, quebradas y lagunas relaman su cauce,
vuelven al lecho que el hombre les ha robado para
convertirlos en pastizales, siembras, tala de bosques
y quemas.

 
En verano acudimos al agua potable, porque las corrientes
subterráneas son explotadas en la minería sin control.
Rellenan los humedales, construyen en las laderas
de los ríos, se toman las montañas… 

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