El hombre explotador redacta sobre un documento
las leyes
para el cuidado del Planeta porque
ahí no hay capa vegetal, tierra o agua.
Lo virtual queda en la nube, dicen...
Son meras palabras de algunos ambientalistas,
a quienes les cabría saber que:
“Una sola golondrina, no llama agua”.
Se explota al hombre, por el hombre, para sostener
una decreciente economía, además de falsa y corrupta.
Aquí, no ha pasado nada… Los encargados del Fisco
hacen su agosto de cuatro años y los colombianos no
dicen nada. ¡Última noticia!
Sin embargo, el gobierno va en contra de los cultivadores
y productos nacionales. El TLC de nuestro país, nos obliga
a consumir productos extranjeros, que los colombianos
también producimos; obliga a los campesinos
a obtener semillas extranjeras inyectadas que vienen
de países de estaciones, siendo que nosotros somos
del trópico.
Nuestro territorio es óptimo para escoger las mejores
semillas de la cosecha y utilizarlas en la próxima siembra.
Somos indiferentes del conocimiento de DIOS,
entregándonos al mundo.
Hay desconocimiento de lo que ordena
la Santa Biblia,
cosechar y ofrendar el mejor fruto al Señor
en señal de gratuidad.
La fauna sigue siendo explotada y en vías de extinción,
las marinas, como es el caso denunciado, respecto
Las aves emigran a las ciudades y se
convierten en plaga.
Las inundaciones se presentan en las épocas de invierno,
porque los ríos, quebradas y lagunas relaman su cauce,
convertirlos en pastizales, siembras, tala de bosques
y quemas.
En verano acudimos al agua potable, porque las corrientes
subterráneas son explotadas en la minería sin control.
Rellenan los humedales, construyen en las laderas
de los ríos, se toman las montañas…
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