lunes, 20 de junio de 2016

DIÓGENES y su Lámpara IV

Algunos de sus desacuerdos:
Zenón, el escéptico, negaba el movimiento…
Diógenes, en su clase se levantó y caminó.
Si alguien se lamentaba de la vida decía:
“No consiste la desgracia en vivir, sino en vivir mal”.
Como sucede con este "can" llegado al cerezal y acogido por
nosotros, en razones de su orfandad.
De igual manera dijera Don Marco Fidel Suárez a contra réplica 
con Laureano Gómez, cuando le llamó "cínico".
"Cínico es un perro". 
Así, Diógenes obró en consecuencia,
al oir a Platón, llamar al hombre “animal bípedo 
e implume”, botó a su auditorio un gallo desplumado.
“He aquí al hombre”.
                                                

LEER A DIÓGENES



Es sembrar una semilla






Observar un cerezo






 Saborear su fruto






Murió DIÓGENES en Corinto 
el mismo día que murió 
Alejandro Magno. 
(412/ ó 413 años a de C)

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