Ríos de muerte, continuación…
El aborto
Interrupción de un embarazo, para muchos,
homicidio para otros.
Es voluntario, provocado, sugerido o inducido.
El aborto es una práctica
que se realiza desde la época
de las sociedades primitivas, especialmente nómadas, para
quienes era cuestión de supervivencia, por el desplazamiento forzado en busca
de alimento y estabilidad temporal.
"Las especulaciones sobre si el feto tiene o
no alma,
si se mueve o no, si es hombre o mujer y si
de ello depende SU VIDA.
Si de ese embarazo depende la proyección de
vida de la gestante.
Si el feto viene de acuerdo a las
expectativas, de la pareja o la familia".
-Que si son mujeres jóvenes y solteras, que si tienen
pareja estable o no.
Que si son niñas o adultas, casadas y
cualquier situación que se aplica para argumentar lo que realmente es un
HOMICIDIO, sin justificación!-
Para el aborto no hay defensa femenina,
cada vez son más las jóvenes que argumentan o sienten que con ello obtienen
libertad para practicar sexo,
sin la responsabilidad de ser madres,
mujeres decorosas que cuiden su salud y su cuerpo.
La edad de la mujer para el sexo se ha
adelantado a la niñez.
Son niñas indefensas
para tender una cama o hacer un chocolate,
mas son adultas para elegir su sensualidad, exhibicionismo
y la práctica del sexo.
Qué falta a estas niñas? "Madre! – Familia – Amor propio".
El aborto es una temática mundial en la
cual se ocupan todos los países que lo permiten y los que aun no lo aceptan,
los que lo han autorizado, bajo ciertas condiciones y los que lo practican
clandestinamente.
El
aborto es un episodio, no solamente de índole moral, ético o social, se trata
“de la vida de un ser humano, cuya impotencia es obviamente imposible de
efectuar; el feto o “bebé”, no puede defenderse”.
No
hay justificación, puesto que el único dueño de la vida del ser
humano,
es Dios.
Como
se ha dicho antes, el aborto es un HOMICIDIO.
Quienes
lo promulgan, divulgan y defienden no han interiorizado,
no
se han colocado en el lugar del “feto”, no pueden llamarse
mamás
adeptas a proporcionar a un hijo “leche y miel”.
¡Cuidado!
La
herida moral o dolor de conciencia que deja el aborto
y el vacío emocional, jamás sana, además del
pecado mortal.