Es controlar la ira y zanjar las diferencias sin violencia.
Es paciencia, libertad de rechazar un placer momentáneo
en aras de la
felicidad.
Madurez es perseverancia para llevar un proyecto a feliz término,
a
pesar de los obstáculos.
Constancia para vencer las derrotas.
Es la capacidad para enfrentar las adversidades
y frustraciones, sin
lamentarse.
Madurez es la humildad y el valor de reconocer cuando se está equivocado
y si la razón está de nuestra parte, no mostrar la satisfacción para decir: “Yo lo advertí”.
Madurez es tomar una decisión y sostenerse en ella.
Es el arte de vivir en paz y -no
permitir que nos la roben-
cuando las circunstancias lo presentan*.
Voluntariado hospitalario
de la salud 1978,
Seccional Cundinamarca, recopilación.
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