Cuando Tagore murió, la naturaleza lloró. Todas las flores
lloraron, porque Tagore siempre les cantó. De pronto, lo vieron en el espejo de
una lágrima! – Poema: Canto de las flores.
Tagore está en la cima de los árboles y las aves le cantan.
Poema: Canto de
las aves.
Texto de un
recorte de periódico de hace –como 72 años, encontrado en el Jardinero, libro que mi padre me obsequió antes de dejarme y cuya lectura del autor
muestra porque de mi seguimiento, pues Tagore murió en el 41, cuando yo apenas
contaba año y medio de nacida.
El recorte no
puedo destruirlo, seguirá entre las páginas del Jardinero, para cuando muera, quien
lo encuentre, sabrá que el escrito tenía mi edad.
–REGENTADO POR DIOS-, -como todos los cielos.-
“RABINDRANATH TAGORE
En la orilla del sagrado río que humedeció por tantos años
su canto y su predicación murió RABINDRANATH TAGORE, uno de los mayores liricos
del mundo en septiembre de 1941.
Debió quedar tendido y silencioso bajo su barba pluvial,
bajo las alas de la poesía, bajo la mirada de sus dioses y de sus héroes, bajo
el cielo luminoso de Bengala.
Pocos nombres
ilustres de la literatura contemporánea se han visto tan intensamente rodeados
de la adhesión mundial como el de Tagore.
En él sonaba el acento milenario de oriente enriquecido de
inflexiones y de matices occidentales.
Esta confluencia de espíritus hizo del admirable hindú un
poeta universal en el más exigente sentido de esta expresión que se prodiga con
tanta frecuencia.
¡No al aborto!
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