martes, 13 de mayo de 2014

Cualquier semejanza...

Transporte Público urbano en Europa – Recopilación a 2010, pues cuatro años después, los bogotanos somos víctimas del mismo tema.

“El transporte público urbano es uno de los sectores más importantes
que se puede considerar para la creación de un medioambiente urbano
sostenible”. Carta de Aalborg (1994).

La acción requiere no solo un compromiso individual, sino 
gubernamental, nacional y sobretodo, empresarial.

Por esta razón el proyecto de SIPTRAM ha realizado el 
documento llamado “Nuestro compromiso”. 
Este documento se dirige a alcaldes, concejales, gerentes y 
otros líderes de autoridades* locales y regionales
en Europa, los cuales quieran comprometerse de forma 
voluntaria a realizar mejoras medioambientales, 
económicas y sociales en el transporte público urbano.

“En un escenario de ‘comportamiento habitual se puede 
pronosticar que la mayoría del crecimiento se podrá 
atribuir al uso del coche privado, lo cual tiene un impacto 
negativo en la movilidad de niños, adolescentes, personas 
con desventajas sociales y las personas mayores”.

Tendencias como suburbanización, como lo desea hacer 
ver el alcalde con –su POT -, en Bogotá.

“El compromiso de la Unión Europea bajo el Protocolo de Kioto 
requiere una reducción de emisiones de gases de efecto 
invernadero. 
Incluso con un planteamiento modesto (Además de mejoramientos 
técnicos para vehículos, reducciones de gases de efecto invernadero 
tienen que ser realizados a través del apoyo para el transporte público”.

Mientras en Europa avanzan, los colombianos  retrocedemos, 
por la imposición de  un –inhumano y atroz sistema de transporte:
Trasmilenio, con diferentes nombres en cada ciudad 
que lo adoptan, cuyo sistema es el de mayor contaminación, 
aparte de las consecuencias de robo, abuso por exceso de cupo 
y capacidad, gran accidentalidad, atropello a los valores humanos 
en todo sentido e irrespeto a toda condición humana.

“En Europa, la mayor parte de las autoridades locales han
proporcionado tradicionalmente el transporte público 
urbano directamente o a travésde compañías asociadas. 
Actualmente, esta no es la realidad existente
 y el transporte público urbano requiere mayor 
financiamiento a través de subvenciones estatales 
para seguir siendo competitivo”
Lo mismo sucedió en Colombia con los Ferrocarriles Nacionales,
en el uso para pasajeros y transporte de carga, debilitaron 
la empresa, hasta que los entes sindicales se quedaran 
con ella.
Más adelante, para recuperar este maravilloso sistema, 
por lo menos en Bogotá, se proyectó el “Tren de Cercanías”, 
que venía a ser como un Metro, aprovechando maquinaria 
vías férreas, para facilitar el traslado de los trabajadores 
que residen en el entorno de la sabana y
trabajan en el Distrito Capital.

Los dueños de Sidauto, de pronto hoy también de Transmilenio 
y políticos de conveniencia, entorpecieron el gobierno del 
Doctor Samper; su propuesta no les convenía, por eso 
terminaron con el servicio público masivo del Trolley Bus 
y continúan en el explote de los más necesitados,
LOS TRABAJADORES.

· No, por favor, no con
los políticos colombianos.

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