sábado, 3 de mayo de 2014

Engaños académicos

Con motivo de la noticia de que los colombianos descendemos
cualitativa y cuantitativamente en la apreciación educativa 
internacional, fui a mi lecho pensando en la entrevista de:
 “Pregunta Yamid”. 
Tuve personal respuesta:
Los colombianos no son educados por profesionales
de las áreas, sino por -aspirantes a docentes-,
con escaso conocimiento de lo que es ser maestro,
mientras terminan en la universidad, su verdadera inclinación
en profesiones ajenas.
Ser maestro es más que una profesión, una vocación.
“Zapatero a tus zapatos”  
Meditando en lo anterior, traje de mis memorias,  
marzo 8 de 2007, la siguiente oración confesatoria a Dios,
que entregaré para compartir
Mi Cruz de Mayo
¡Señor!
He completado otro ciclo… Cuando Tú lo dispongas
Deseo Padre! Que al sacarme de la vida activa laboral
tengas para mí el sustento que siempre me has dado;
que mi seguridad no se pierda porque de ella ha dependido
la firmeza de carácter en un salón de clase, al frente de sesenta
y tantos ojos, que esperan ansiosos el milagro del aprendizaje
o la inmediatez de una enseñanza que les haga cambiar
el vaivén de su vida; desviar sus inseguros pasos o suprimir
la nebulosidad de sus metas y la inquietante idea de que van allí,
porque algo sucederá…
Yo, Señor he hecho lo que he podido; la mitad del tiempo,
en tu nombre; la otra mitad, creí, que con honestidad y disciplina
lograría en ellos lo propuesto, respecto de los valores…
No ha sido así…
Su Oasis no les ha llegado.
Hoy, después de doce años, las tribulaciones vuelven,
porque la torpeza de su caminar anda a pedazos; van lentos
hacia una meta desconocida y un sendero sin precisar.
Creí Señor que tu Luz sería siempre el bombillo encendido
para no lastimar a ninguno, sin embargo, aflora la desesperanza
de no encontrar un sí a sus expectativas y caprichos;
una acertada respuesta a sus dudas, una contra pregunta
a sus retos; hallan en mi rostro el de una abuela regañona,
en mi voz la de una madre o padre autoritarios
y rigidez en mis costumbres.
Por ello, te pido perdón.
Entiendo que todos ellos cuidan el sustento de sus
docentes, como instrumentos tuyos!  
¡Basta Señor!
Haz que el sector encargado de la educación en nuestro país 
no sea corrupto, mintiendo y promueva subir el nivel 
académico de niños y jóvenes*.
*¡Señor!
Sé Misericordioso con 
Camilo Andrés y los 
muchachos confundidos.

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