martes, 30 de diciembre de 2014

Cápsulas para no matar el amor

La vida es hermosa cuando, haciendo un equilibrio, 
no comparamos, no huimos y aceptamos. Si no inquirimos en nuestros 
–escogidos-, que sean como nosotros. 
Hay almas afines, no, iguales*. Se perdería 
la particularidad
Foto blabayar
En cualquier tiempo de nuestra vida escogimos amistades, 
buscamos amores y estabilizamos la ansiedad…
La fortaleza espiritual de nuestro ser está en no debilitar la búsqueda 
de la armonía, cual es, no condicionar al capricho de nuestra 
soberbia y someter al más débil.
La paz interior no es buscar seres, de cuyo bolero, 
“Alma Mía, de María Greever, dice:
“Si yo encontrara un alma como la mía, 
cuántas cosas secretas le contaría…
”Un alma que al mirarla, sin decir nada,
 me lo dijese todo, con la mirada. 
Un alma que embriagase, con suave aliento, 
que al besarme sintiera lo que yo siento. 
Y a veces me pregunto qué pasaría, 
si yo encontrara un alma, como la mía”…
Me llenaría de MONOTONÍA
El amor es eterno CUANDO lo alimentamos de respeto. 
Si no condicionamos a quienes hemos escogido como 
compañeros a ser un doble de nosotros. Esos  seres, a quienes 
en el pasado, vimos como nuestro mejor congénere. 
Lo podemos convertir en “mascota”, vamos debilitando 
su personalidad, aplicando la –ley del más fuerte- 
y destruyendo su alma…
Victimizar, no es el remedio.
Amor es construir.
Refuerzo al amor: Volvamos al inicio de nuestra relación 
e indaguemos qué nos llevó a aceptar a esa pareja como 
la compañera de nuestra alma. 
Foto El Glaciar - Sarita y Oscar
No busquemos en otra persona la ausencia de las falencias 
que al presente encontramos en mi ser amado, 
al borde de botar... ¡HABLEMOS!
No matemos el amor.

*Individualidad, idiosincrasia, personalidad, intimidad, singularidad, originalidad, 
peculiaridad que los caracterizó a ellos para que los amáramos nosotros... 
En otra alma encontraremos otras falencias... Almas gemelas no hay!

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