La vida es hermosa cuando,
haciendo un equilibrio,
no comparamos, no huimos y aceptamos. Si no inquirimos
en nuestros
–escogidos-, que sean como nosotros.
Hay almas afines, no, iguales*. Se
perdería
En cualquier tiempo de nuestra
vida escogimos amistades,
buscamos amores y estabilizamos la ansiedad…
La fortaleza espiritual de
nuestro ser está en no debilitar la búsqueda
de la armonía, cual es, no condicionar
al capricho de nuestra
soberbia y someter al más débil.
La paz interior no es buscar
seres, de cuyo bolero,
“Alma Mía, de María Greever, dice:
“Si yo encontrara un alma como la mía,
cuántas cosas secretas le
contaría…
”Un alma que al mirarla, sin decir nada,
me lo dijese todo, con la mirada.
Un alma que embriagase, con suave aliento,
que al besarme sintiera lo que yo
siento.
Y a veces me pregunto qué pasaría,
si yo encontrara un alma, como la
mía”…
Me llenaría de MONOTONÍA
El amor es eterno CUANDO lo
alimentamos de respeto.
Si no condicionamos a quienes hemos escogido como
compañeros a ser un doble de nosotros. Esos seres, a quienes
en el pasado, vimos como
nuestro mejor congénere.
Lo podemos convertir en “mascota”, vamos debilitando
su personalidad, aplicando la –ley del más fuerte-
y destruyendo su alma…
Refuerzo al amor: Volvamos al inicio de nuestra
relación
e indaguemos qué nos llevó a aceptar a esa pareja como
la compañera de
nuestra alma.
que al
presente encontramos en mi ser amado,
al borde de botar... ¡HABLEMOS!
No
matemos el amor.
*Individualidad, idiosincrasia, personalidad,
intimidad, singularidad, originalidad,
peculiaridad que los caracterizó a ellos para que los amáramos nosotros...
En otra alma encontraremos
otras falencias... Almas gemelas no hay!
Regalo de bienvenida a 2015, amando el amor y dando vida a la vida.
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