miércoles, 30 de noviembre de 2011

Paradigma de la pobreza


Cierta vez un padre de, acaudalada familia, llevó a su hijo de viaje por el campo, con el firme propósito de que en este paseo viera por cuantas necesidades pasa la gente que no vive en la parte urbana de una ciudad. Para que comprendiera el valor de las cosas que el joven disfrutaba y lo afortunados que eran ellos.

Estuvieron por espacio de un día y una noche en una granja de una familia muy humilde de labriegos.

De regreso a casa el padre le pregunta a su hijo:

-Cómo pasaste?

-De maravillas, papá!!!

-Viste con cuantas necesidades sobrevive esa familia?

- Sí…!!

-Y qué aprendiste…?
 -Aprendí que nosotros tenemos un perro en casa, ellos tienen cuatro. 
 Nosotros tenemos piscina de 25 metros, ellos tienen riachuelo, que no tiene fin. 
Nosotros tenemos lámparas importadas en el patio, ellos tienen las estrellas. 
Nuestro patio llega hasta el borde de la casa, el de ellos tiene todo un horizonte. 

Especialmente, papá, vi que ellos tienen tiempo para conversar y convivir en familia. Tú y mamá solo tienen tiempo para trabajar y yo, poco o nunca, los veo. Al terminar el relato, el padre quedó mudo…
Y su hijo agregó:!!! Gracias papá, por enseñarme lo ricos que podríamos llegar a ser…!!!
 

sábado, 26 de noviembre de 2011

Para compartir, por la llegada del Adviento



 Pregúntate...
 - Si como hijo, hermano o padre haces algo por la felicidad de tu familia. 
Pregúntate si haces feliz a tu esposa, esposo o qué tendrías qué hacer para lograrlo.

Pregúntate  si deberías cambiar las políticas laborales que tienes y si ser justo no te haría más feliz a ti y a ellos.
Pregúntate qué podría hacer para comunicar felicidad y hacer de este mundo uno mejor.
No creas que la felicidad está en la rumba, el dinero, el consumo; 
la vida fácil y la presión que ejercen los compromisos, 
eso solo trae dolores de cabeza.

La felicidad es la sonrisa de nuestro “próximo”, es decir nuestro prójimo, 
pero una sonrisa que no se apague al día siguiente.
La felicidad es la satisfacción del deber cumplido y contar con lo 
necesario para vivir dignamente.
Tú y yo queremos ser felices y lo buscamos ansiosamente, aunque 
no lo expresemos. 
A veces la sentimos cerca y de nuevo esquiva…
Es el deseo que haya paz -Navidad- en el corazón de todos los hombres, 
que Dios nazca en ti y en mí.
La verdadera felicidad viene de Dios y ese es el deseo de 
Adviento y Navidad
que hoy, intercambio contigo.