¡En Colombia hay trabajo! No los contratan porque tenemos un
"espíritu esclavista" que guardamos desde nuestra colonización: Los
egresados, todos, prestan servicios gratuitos, con la esperanza de ser
vinculados y cuando se cumple el lapso determinado por nuestras instituciones,
están listas las nuevas promociones para remplazar a los fracasados en el
intento por conseguir un empleo estable de acuerdo a la "preparación íntegra" y se engrosan
las filas de los desempleados, argumentando la economía baja y caída del país.
¡No es cierto! La empresa privada y la pública necesitan de la mano de
obra calificada, para evitar la fuga de cerebros y la desmotivación de quienes
estudian con esfuerzo, a costa de la despensa, salud, recreación, sueño y
descanso de sus progenitores y de quienes han pasado a la universidad nocturna,
para conseguir los medios de terminar una carrera.
Mientras terminan los estudios se les paga irrisoriamente, aunque las
funciones sean profesionales, los muchachos aceptan, considerando que serán
contratados...
El premio supuesto: "Seré ejecutivo en esta empresa"... Por
el contrario, si logran finalizar, presentar tesis y preparatorios, llega la
fusta del empresario, el castigo moral y el encarcelamiento psicológico,
sepultando la autoestima y el desamor a la patria, en la cual no pueden vivir y huyen.
Quiénes se logran colocar? Los que tienen influencia de empresa
familiar o amistades que usan el clientelismo;
los inescrupulosos que se dedican a trabajo fácil y
productivo y los que venden su alma, abonando la corrupción, para lo cual, no nació la clase media de Colombia.
Los padres venden hasta la sangre, para lograr una visa para el
profesional carente de oportunidades y
éste sale del país, con la única ilusión de un trabajo remunerado, ya no de
profesional, ni tecnólogo, sino de labores, que no requerían estudio, esfuerzo e investigación, -sirvientes
en el exterior-.
Cada vez, las exigencias son mayores... Primero se requirió la
educación básica secundaria, después el bachillerato, luego la profesión, ahora
el postgrado, o especialización, después inventaron técnico, tecnólogo, maestría, amén de la experiencia y luego con
todos estos diplomas. ¡Cataplum!
“Estamos requiriendo personal más joven".
“Estamos requiriendo personal más joven".
Con ello, se ha ido la oportunidad de
llevar a cabo lo visto e investigado, en la universidad. La necesidad de
realizarse, las ansias de amar, de procrear;
el deseo de retribuir a los padres y los desvelos. Todo está fallido.
¡La vida misma los ha dejado vacíos, huérfanos de patria!
La clase media, pujante, decidida, limpia, cada día desaparece, huye despavorida, por aquello de la supervivencia. Deja su familia, el entorno, amistades, costumbres; todo lo que ama!
¡Se esfuma en un nuevo deseo para no fallar como hijos de Dios!
¡Con el desempleo llega el hambre! Mayor pobreza y con la problemática reglamentada del Ministerio y Secretaría de Educación que somete sin control, efectuar prácticas de todo egresado, sin la posibilidad de una remuneración o remuneración a medias.
Sin embargo Colombia sigue siendo "El Dorado". Los bancos y entidades crediticias, con sus tarjetas, aumentan el consumismo de la población, con la oferta de China en la represenetación de "arepas, cubios y zapatos de tela y cartón".
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