Pregúntate...
- Si como hijo, hermano o
padre haces algo por la felicidad de tu familia.
Pregúntate si haces feliz a tu
esposa, esposo o qué tendrías qué hacer para lograrlo.
Pregúntate si deberías
cambiar las políticas laborales que tienes y si ser justo no te haría más feliz
a ti y a ellos.
Pregúntate qué podría hacer para comunicar felicidad y hacer de
este mundo uno mejor.
No creas que la felicidad está en la rumba, el dinero, el
consumo;
la vida fácil y la presión que ejercen los compromisos,
eso solo trae
dolores de cabeza.
La felicidad es la sonrisa de nuestro “próximo”, es decir
nuestro prójimo,
pero una sonrisa que no se apague al día siguiente.
La felicidad es la satisfacción del deber cumplido y contar con
lo
necesario para vivir dignamente.
Tú y yo queremos ser felices y lo buscamos ansiosamente, aunque
no lo expresemos.
A veces la sentimos cerca y de nuevo esquiva…
Es el deseo que haya paz -Navidad- en el corazón de todos los hombres,
que Dios nazca en ti y en mí.
La verdadera felicidad viene de Dios y ese es el deseo de
Adviento y Navidad
que hoy, intercambio contigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario