viernes, 1 de febrero de 2013

Diálogo con el silencio IV Parte


-¿Quién eres?
Ella no respondió. 
El grillo comprendió lo que sucedía, sin pronunciar palabra, se metió 
en un hueco de la noche, que pronto se llenó de silencio.
el agua de la antorcha sol poniente
¡Bienvenido, silencio! Dijo ella con los labios cerrados y se puso 
a conversar con él, hasta que se quedó dormida.
-¿QUIÉN SERÉ YO, DIOS MÍO?
Entonces, entre los laberintos del sueño, soñó con la oruga que tejía 
en el silencio del capullo el color de sus alas; soñó con la alondra 
que empollaba en el silencio de su nido sonoros cantos para la mañana; 
soñó con el grillo, filósofo de la noche, argumentando en el silencio su discurso; 
y soñó con su propio silencio de semilla que crecía hacia la superficie 
y hacia lo profundo de la tierra.
En ese momento comprendió quién era, de dónde venía y para 
dónde iba. Soñó tranquila.

¡No al aborto!

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