martes, 12 de febrero de 2013

Obras de Misericordia

Cuando me prepararon para la Primera Comunión, tuve que aprender del Catecismo del Padre Astete las Obras de Misericordia. Éstas son catorce y se dividen en Corporales y Espirituales.
Las Espirituales son éstas:
-Enseñar al que no sabe-

No hay disculpa para no capacitarse en Colombia, 
son amplias y variadas las grandes oportunidades que tiene 
la gente, amén de todo lo que se puede aprender, vía Internet. 
Sin embargo, sí debemos enseñar de lo que sabemos e 
interrelacionarnos bien, para dar y recibir un aprendizaje mutuo.

-Dar buen consejo a quien lo necesita-
 
Difícil aconsejar en un mundo viciado de la “autosuficiencia”, 
 evangelizar, desde el punto de vista de la FE, equivale a la obra 
de misericordia –dar buen consejo-
-Corregir al que yerra-

Practicarlo es lastimar susceptibilidades, 
aumentar la –prevención- mas, 

debemos orientar, asumir y obrar.  
-Consolar al triste-

Empezando por nuestra familia, los más próximos. 
La mejor forma de consolar es escuchando sin asumir 
autoridad, presión o mando; sentir el dolor ajeno, nos fortalece  
para “colocarnos en sus zapatos”.
-Perdonar las injurias-
Campo delicado para sepultar el EGO, aunque sea temporalmente, alimentarnos de altas dosis de indulgencia, lo que nos hará sentir mejor. Cuando perdonamos se endereza la espalda, bajan los hombros y nuestro corazón sonríe.
-Sufrir con paciencia las adversidades 
y flaquezas de nuestro prójimo-

 

“A más aceptemos, menos tenemos que perdonar”. Sacerdote Eudista
-Rogar a Dios por los vivos y los muertos-

Nuestra oración debe ser perseverante e intercesora por los necesitados, nuestros  seres amados y amigos. HUMILDE y con FE, por nuestros enemigos. 
Con profunda compasión por los seres difuntos 
que no tienen quien los encomiende a Dios.

Las Obras de Misericordia deben vivirse desde un “corazón samaritano”.
¡No al aborto!

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