lunes, 14 de octubre de 2013

Tres anécdotas para perfilar la personalidad

La constancia vence lo que la dicha no alcanza”.

Lo qué aprendió un soldado griego después de ver subir
una araña por una pared e intentar impedírselo,
soplándola y soplándola…


- Tener propósitos, metas y claridad de lo que queremos.
-    Saber oportunamente, como desviar el barco del faro.
-          Aprender con creatividad a desarrollar nuestras ideas.
-          Creer en nosotros mismos, tener confianza y jamás
perder el horizonte.
-          Ser tenaces para conseguir los objetivos.
-          Motivarse: ¡Me siento mejor! 

Superación y crecimiento

 Aristófanes, enemigo 
de Sócrates, presentaba 
la obra
“La sátira de Las Nubes”, 
para ridiculizar a Sócrates, quien estaba en la primera 
fila del teatro;
sus amigos y discípulos 
le preguntaron por qué asistía?
Les contestó: 
“Sabiendo que me critican, puedo trabajar
en los defectos, cambiar mi vida y mejorar".

Paralelo del hombre con el lápiz

 Un lápiz puede ser comparado
 con nosotros:
- Tener un alma fuerte
llamada mina, para hacer 
trazos buenos y finos.
- Ser cubierta la mina 
con una dura madera
que soporte los cortes 
del  tajalápiz.

- Tener buen borrador 
para desaparecer 
los –trazos imperfectos-

¡No a la guerra y al aborto!

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