lunes, 31 de marzo de 2014

Reflexiones para Cuaresma

A veces juzgamos y condenamos.
La persona que se sintoniza con Dios, debe pasar primero por las Bienaventuranzas, que son ocho.
Así como el ser humano es impotente, la felicidad es entrega.
 Empecemos por los niños
“Todo aquel que es frágil, es débil”.
A la mujer: Se debe mirar, como la miraba Jesús, como
-administadora del hogar-, máxima igualdad con el hombre.
 Al prójimo: Cómo respetar a quien pasa a nuestro lado?
Porque es nuestro hermano. Favorecer la fraternidad.
A veces “etiquetamos” a las personas, nos apropiamos de ellas.
“Ustedes han escuchado que no hay que matar”.
Yo hoy les digo, matar también es ofender al hermano
por eso: “Deja tu ofrenda aquí y reconcíliate con tu hermano”.
Todo lo que nos sucede es debido a nuestras decisiones. 
Por qué culpar a Dios-?
Cómo nos reconciliamos con Dios, que es Luz para restaurarnos?
-Separando el pecado de su pecado”. 
-Recuperarnos del pecado es liberarnos.
-Si estamos enfermos, nos sanamos y recobramos la salvación.

Saludemos ofreciendo paz: “Hoy la salvación ha llegado a esta casa”.
       Pon la Mirada en Jesús, amando al otro.
Recopilación y apartes de homilías del Padre Salomón Bravo, Eudista. 

martes, 25 de marzo de 2014

Tiempo de reflexión

Cuaresma
En medio de un bosque vivía un ermitaño, sin temer a las fieras que allí moraban. Es más, por concesión divina o por tratarlas continuamente, el santo varón entendía el lenguaje de las fieras y  podía conversar con ellas.

En una ocasión en que el ermitaño descansaba debajo de un árbol, se cobijaron allí, para pasar la noche, un cuervo, un palomo, un ciervo y una serpiente.
A falta de otra cosa para hacer y con el fin de pasar el rato, empezaron a discutir sobre el origen del mal.
-El mal procede del hambre -declaró el cuervo, primero en abordar el tema-. Cuando uno come hasta hartarse, se posa en una rama, grazna todo lo que le viene en gana y las cosas se le antojan de color de rosa. Pero, amigos, si durante días no se prueba bocado, cambia la situación ya no parece tan divertida, ni tan hermosa la naturaleza.
¡Qué desasosiego! ¡Qué intranquilidad siente uno! Es imposible tener un momento de descanso. Y si vislumbro un buen pedazo de carne, me abalanzo sobre él, ciegamente. Ni palos ni piedras, ni lobos enfurecidos serían capaces de hacerme soltar la presa. ¡Cuántos perecemos como víctimas del hambre! No cabe duda que el hambre es el origen del mal.
El palomo intervino, apenas el cuervo hubo cerrado el pico.
-Opino que el mal no proviene del hambre, sino del amor. Si viviéramos solos, sin hembras, sobrellevaríamos las penas. Más ¡ay!, vivimos en pareja y amamos tanto a nuestra compañera que no hallamos un minuto de sosiego, siempre pensando en ella..
"¿Habrá comido?", nos preguntamos. "¿Tendrá suficiente abrigo?" Y cuando se aleja un poco de nuestro lado, nos sentimos como perdidos y nos tortura la idea de que un gavilán la haya despedazado o de que el hombre la haya hecho prisionera.
Empezamos a buscarla por doquier, con loco afán; y, a veces, corremos hacia la muerte, pereciendo entre las garras de las aves de rapiña o en las mallas de una red. Y si la compañera desaparece, uno no come ni bebe; no hace más que buscarla y llorar.
¡Cuántos mueren así entre nosotros! Ya ven que todo el mal proviene del amor, y no del hambre.
-No. El mal no viene ni del hambre ni del amor -arguyó la serpiente-. El mal viene de la ira. 
Si viviésemos tranquilos, si no buscásemos pendencia, entonces todo iría bien. Pero, cuando algo se arregla de modo distinto a como quisiéramos, nos arrebatamos y todo nos ofusca. Sólo pensamos en una cosa: descargar nuestra ira en el primero que encontramos.
Entonces, como locos, lanzamos silbidos y nos retorcemos, tratando de morder a alguien. En tales momentos, no se tiene piedad de nadie; mordería uno a su propio padre o a su propia madre; podríamos comernos a nosotros mismos; y el furor acaba por perdernos. Sin duda alguna, el mal viene de la ira.
El ciervo no fue de este parecer. -No. No es de la ira ni del amor ni del hambre de donde procede el mal, sino del miedo. Si fuera posible no sentir miedo, todo marcharía bien. Nuestras patas son ligeras para la carrera y nuestro cuerpo vigoroso.
Podemos defendernos de un animal pequeño, con nuestros cuernos, y la huida nos preserva de los grandes. Pero es imposible no sentir miedo. Apenas cruje una rama en el bosque o se mueve una hoja, temblamos de terror. El corazón palpita, como si fuera a salirse del pecho, y echamos a correr. Otras veces, una liebre que pasa, un pájaro que agita las alas o una ramita que cae, nos hace creer que nos persigue una fiera; y salimos disparados, tal vez hacia el lugar del peligro.
A veces, para esquivar a un perro, vamos a dar con el cazador; otras, enloquecidos de pánico, corremos sin rumbo y caemos por un precipicio, donde nos espera la muerte. Dormimos preparados para echar a correr; siempre estamos alerta, siempre llenos de terror. No hay modo de disfrutar de un poco de tranquilidad. De ahí deduzco que el origen del mal está en el miedo.
Finalmente intervino el ermitaño y dijo lo siguiente:
-No es el hambre, el amor, la ira ni el miedo, la fuente de nuestros males, sino nuestra naturaleza. Ella es la que engendra el hambre, el amor, la ira y el miedo
Autor desconocido
Yo:
El mal, falta de paz y ausencia de Dios.
El amor, jamás es causa del mal, Dios es amor.
La ira es el mal, con “careta”-
El miedo es la vacilación entre el temor y el vacío del Creador.
Y nuestra naturaleza no puede causar  lo anterior, pues fuimos creados a imagen y semejanza de Dios.
Qué puede ser el hambre, el miedo y la ira? No otra cosa que el 
“imperfecto” manejo del albedrío.


domingo, 23 de marzo de 2014

Lo que podemos perder, AGUA Y AIRE

Adaptación y sensatez de
Comportamiento en el suelo que pisamos
Tenemos una madre tierra, cual es el país donde nacimos,
nos hemos nacionalizado o residimos.
Una madre chica a cuya ciudad o pueblo pertenecemos.
Un lugar que nos ha acogido, por razones de desplazamiento
o búsqueda de nuevas oportunidades, cambio de empleo o traslado. 
Por lo tanto, debemos a estos lugares, un proceder ético, adecuado,
cortés, educado, considerado y cívico.
Debemos respetar las leyes vigentes, las reglas y normas
que se observan allí y no imitar el mal comportamiento de sus
nativos o visitantes.
-En la antigüedad, el consumo de agua era reducido y se valía
el hombre de pozos y manantiales para el uso de este
indispensable elemento en todas sus formas-.
Hoy, con grandes y pobladas ciudades, se hace necesario
un mayor consumo, que junto con el desperdicio, hace tomar
el agua de los ríos, lagos, lagunas y lo que es inconcebible, los
nacederos y humedales.
A su vez, la depuración y distribución, también es gigantesca.

Los océanos y mares, junto con las anteriores fuentes
mencionadas, han sido contaminados, y con ello se amenaza
el planeta, nuestra supervivencia y legado. Es el agua y el aire,
los elementos, sin los cuales el hombre desaparecería.

El universo utilizado y devastado comienza a concienzar
a quienes manejan el mundo, unos acatan, otros no y por supuesto,
lo que más destruye en la negligencia, la pereza mental y
 la indiferencia, para que el hombre devuelva lo que ha destruido.
En la devastación de bosques y selvas constante.
No hay autoridades competentes, ni JUSTAS.
Son ellos quienes más ocupan las faldas de la cordillera
y el píe de monte para construir sus mansiones, profundizando
el terreno y ocupando el espacio, para aprovechar el aislamiento,
el silencio, diferentes temperaturas y la no contaminación.
Si promulgaran un comportamiento adecuado, justo, cívico y
disciplinado, sus intereses serían los más afectados, causa por la cual
se olvidan del mundo para internarse en su "aislado nicho".
El derroche de comodidad nos lleva a la destrucción del
entorno ecológico.

Puede el ambicioso político, el acaudalado y el ignorante,
deponer su confort?
Lo anterior no es una crítica, sino una queja a Dios.

sábado, 22 de marzo de 2014

Lo que somos y tenemos: AGUA

 Líquido transparente, insípido e inodoro, sin el cual
el mundo no tendría vida ni belleza.
 
Alimento vital para el hombre, causa por la cual,
toda civilización se ha desarrollado cerca de una fuente,
por la humedad del suelo y para el riego de los cultivos,
pues las plantas absorben el agua por las raíces. 
Tal como se presenta el agua en la naturaleza,
no es totalmente pura, pues contiene gases y sustancias
minerales disueltas además, microorganismos en suspensión.
El agua forma parte de todos los organismos vivos que la necesitan
para digerir y asimilar los alimentos que se disuelven en ella;
los seres vivos pierden líquidos y los recuperan
con diferentes bebidas.
Las centrales de depuración permiten obtener agua potable
con la aplicación de cloro en forma de gas, que al disolverse,
elimina las impurezas restantes.
A través de los tiempos, la cantidad de agua que tiene
el universo es la misma y recorre un ciclo cuya fuente
de energía es el Sol.
El agua desprendida por la transpiración va a pasar
a la atmósfera, condensarse y luego caer como lluvia.
Las gotas de lluvia varían de dimensión; son mayores
en verano que en invierno y más gruesas en los países cálidos
que en los fríos; en un aguacero las gotas
son casi idénticas en proporción.
De unos pocos años a 2007 vuelve a tomar importancia
el agua en la preocupación del hombre, ya no solo
para utilizarla, sino para su preservación e importancia
dentro de la ecología.
Diferentes organizaciones internacionales se dedican
a la siembra de árboles y bosques.
Japón, por ejemplo es uno de los países más interesados
en la preservación y depuración del agua,
por ello se dedica a evitar la contaminación de sus aguas
y concluye que:
-no es tan fácil descontaminar, como evitar hacerlo–,
aplican métodos para mantener depurados sus ríos.
Científico japonés con una especie de abanico
en fibra de carbono depura los lagos de su país;
empezó por el Lago Inohana: se introduce la fibra
de carbono que envía al fondo las impurezas y atrae
los seres vivos, incluso sirve para que los peses desoven;
con esta primera experiencia se dirige a otros lagos de Japón.
Siendo que en proporción, planeta y cuerpo humano somos tres
cuartas partes agua, por qué no cuidar nuestras fuentes?
Salud y planeta. Ahorrar el agua.

Lo más importante no contaminarla.

sábado, 15 de marzo de 2014

Síndrome de la ira...

En la primera década de mi existencia nos enseñaban  pautas de comportamiento como las Obras de Misericordia, que son catorce, 
los Sacramentos, siete, los pecados –contra la Santa Madre Iglesia, 
cinco y los pecados capitales, siete
Amén de enfatizar en el 
"SERMÓN DE LA MONTAÑA o BIENAVENTURANZAS". 
A simple vista, hay causas mundanas que ignoramos o tomamos
con indiferencia, sin embargo, desconocer la consecuencia
de los pecados capitales, es exponer nuestra integridad
a enfermedades por malos hábitos y vicios.
De lo que se habla tanto, HOY, y aplicamos poco,
son los Valores Humanos, orientación a nuestras débiles
cargas que pueden superarse con el deseo de mejorar
el entorno familiar, llámese hogar, sitio de estudio
o lugar de trabajo.

Los pecados capitales son siete,
que aprendidos y meditados con sus “contras”,
podremos dominar de forma fácil.

1)   Contra Soberbia humildad.
2)   Contra envidiacaridad.
3)   Contra irapaciencia.
4)   Contra Avaricia largueza.
5)   Contra lujuriacastidad.
6)   Contra gulatemplanza.
7)   Contra perezadiligencia.

Breve concepto que amplía el contexto sobre los
 Pecados Capitales.

1)   Soberbia, mal manejo del orgullo, arrogancia por los bienes logrados.
-Buen manejo del respeto, la sencillez  y la disciplina.

2)   Envidia, rivalidad, celos del bien ajeno -  
-Podemos contrarrestar con amor al prójimo. “La caridad mata el pecado”.

3)   Ira, cólera desmedida que incluye rencor y llega, incluso a la venganza.
-La paciencia, virtud muy difícil de aplicar en determinadas circunstancias, 
es lo recomendado.

Sin embargo, podremos adoptar comportamientos que nos
ayuden a  combatirla, por ejemplo el aislamiento en el
instante que percibimos, nos vamos a –descomponer-
“No dar rienda suelta” al desahogo temperamental, controlar
la imposición de nuestro punto de vista y habrá mil alternativas
 más de superar la impaciencia.
 
Con estudio y profundidad, se ha llegado a saber que:
“no poder controlar la ira”, es un síndrome, lo que no justifica 
un ataque de ira si ponemos de nuestra parte, permitiendo
recibir alguna ayuda.
Recomendación: 
Basta invocar al "Ángel Uriel" y el -furor- desaparece.

4)   Avaricia, ambición más allá de cuanto hemos obtenido; nos conduce a la tacañería, incluso hacia nosotros mismos.
-Se supera, dando, siendo generoso con el necesitado. Al dar, entregamos al hermano, parte de nuestro tiempo, cuando lo escuchamos, lo orientamos y lo socorremos.

5)   Lujuria, tendencia desmedida a satisfacer las inclinaciones sexuales, no aceptar nuestra naturaleza y participar del idealismo de género. --Todo ser humano, dotado de espíritu, creado a semejanza de Dios puede tener control de este -apetito-, con amor propio, oración y decoro.

6)   Gula, apetito desordenado de comer y beber. Sabemos que las consecuencias graves son enfermedades como la bulimia, la obesidad y sicológicamente, la anorexia.
-A este exagerado apetito, lo podemos ayudar con conciencia clara                   a descubrir  -qué es lo nos lleva a ingerir-. Principal amigo: la disciplina.

7)   Pereza, negligencia a actuar, que lleva a la indiferencia por el bien ajeno.
-Se contrarresta con esfuerzo por toda labor, trabajo y actividad. Amor por lo que hacemos, consideración al prójimo, apreciación del tiempo perdido y sentido de pertenencia.

Fortalecer el espíritu es la tendencia a luchar
contra el mal y buscar el Reino de Dios.


martes, 11 de marzo de 2014

Reflexiones para cuaresma

 Discurriendo en, lo que llamo -cápsulas-, 
me pregunté qué era conciencia. 
De muchas experiencias enseñando, comprendí que:
-en todo momento se aprende y mucho más quienes nos
enseñan son los niños, los jóvenes y los ancianos.
Por tanto, respondí a mi propio interrogatorio así:
 APRENDÍ que: Conciencia es un 
“Juez poderoso que golpea".
          Es la voz del corazón. Es el conocimiento de sí mismo.
          El Estado de integridad moral. ¡LA VOZ DE DIOS!


APRENDÍ que: Debemos buscar al Señor…en nuestro interior
y que crecer es ser humilde. 
"Jesús lavó los píes de sus apóstoles".
De otras experiencias, aprendí que: Dar es un don 
de entrega y al prodigar,  servimos  a quien lo necesita.
Dentro de la entrega está el servicio a los demás, que es obrar
en caridad  o misericordia.
Tuve que asimilar que recibir es aceptar y permitir que quien –da-,
recibe bendiciones.
         “Obra como si fuera a convertirse en Ley”.  Kant
También me detuve en qué es sabiduría, la respuesta 
fue quizá la más fácil, es saber vivir. 
Ser feliz para valorar lo que se tiene y encontrar la diferencia.
El “ser infeliz, se conforma, critica, no proyecta, no sueña,
es indiferente, es lacónico en sus respuestas y poco sincero.
Continué preguntándome sobre otros conceptos y encontré que:
-          La Felicidad es un estado de consciencia tranquila.
-          “Debemos tener serenidad para aceptar lo que no podemos
-          cambiar, y llenarnos de coraje para solucionar lo que podemos.
-          Actitud es dar respuesta de lo que pensamos respecto a todo.
-          Por su parte, la amargura, es una especie de infelicidad,
-          nos falta paz interior, porque no valoramos lo que poseemos.
Tiempo de Cuaresma son cuarenta días para reflexionar
 en la espera de la Pascua.