lunes, 31 de marzo de 2014

Reflexiones para Cuaresma

A veces juzgamos y condenamos.
La persona que se sintoniza con Dios, debe pasar primero por las Bienaventuranzas, que son ocho.
Así como el ser humano es impotente, la felicidad es entrega.
 Empecemos por los niños
“Todo aquel que es frágil, es débil”.
A la mujer: Se debe mirar, como la miraba Jesús, como
-administadora del hogar-, máxima igualdad con el hombre.
 Al prójimo: Cómo respetar a quien pasa a nuestro lado?
Porque es nuestro hermano. Favorecer la fraternidad.
A veces “etiquetamos” a las personas, nos apropiamos de ellas.
“Ustedes han escuchado que no hay que matar”.
Yo hoy les digo, matar también es ofender al hermano
por eso: “Deja tu ofrenda aquí y reconcíliate con tu hermano”.
Todo lo que nos sucede es debido a nuestras decisiones. 
Por qué culpar a Dios-?
Cómo nos reconciliamos con Dios, que es Luz para restaurarnos?
-Separando el pecado de su pecado”. 
-Recuperarnos del pecado es liberarnos.
-Si estamos enfermos, nos sanamos y recobramos la salvación.

Saludemos ofreciendo paz: “Hoy la salvación ha llegado a esta casa”.
       Pon la Mirada en Jesús, amando al otro.
Recopilación y apartes de homilías del Padre Salomón Bravo, Eudista. 

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