sábado, 15 de marzo de 2014

Síndrome de la ira...

En la primera década de mi existencia nos enseñaban  pautas de comportamiento como las Obras de Misericordia, que son catorce, 
los Sacramentos, siete, los pecados –contra la Santa Madre Iglesia, 
cinco y los pecados capitales, siete
Amén de enfatizar en el 
"SERMÓN DE LA MONTAÑA o BIENAVENTURANZAS". 
A simple vista, hay causas mundanas que ignoramos o tomamos
con indiferencia, sin embargo, desconocer la consecuencia
de los pecados capitales, es exponer nuestra integridad
a enfermedades por malos hábitos y vicios.
De lo que se habla tanto, HOY, y aplicamos poco,
son los Valores Humanos, orientación a nuestras débiles
cargas que pueden superarse con el deseo de mejorar
el entorno familiar, llámese hogar, sitio de estudio
o lugar de trabajo.

Los pecados capitales son siete,
que aprendidos y meditados con sus “contras”,
podremos dominar de forma fácil.

1)   Contra Soberbia humildad.
2)   Contra envidiacaridad.
3)   Contra irapaciencia.
4)   Contra Avaricia largueza.
5)   Contra lujuriacastidad.
6)   Contra gulatemplanza.
7)   Contra perezadiligencia.

Breve concepto que amplía el contexto sobre los
 Pecados Capitales.

1)   Soberbia, mal manejo del orgullo, arrogancia por los bienes logrados.
-Buen manejo del respeto, la sencillez  y la disciplina.

2)   Envidia, rivalidad, celos del bien ajeno -  
-Podemos contrarrestar con amor al prójimo. “La caridad mata el pecado”.

3)   Ira, cólera desmedida que incluye rencor y llega, incluso a la venganza.
-La paciencia, virtud muy difícil de aplicar en determinadas circunstancias, 
es lo recomendado.

Sin embargo, podremos adoptar comportamientos que nos
ayuden a  combatirla, por ejemplo el aislamiento en el
instante que percibimos, nos vamos a –descomponer-
“No dar rienda suelta” al desahogo temperamental, controlar
la imposición de nuestro punto de vista y habrá mil alternativas
 más de superar la impaciencia.
 
Con estudio y profundidad, se ha llegado a saber que:
“no poder controlar la ira”, es un síndrome, lo que no justifica 
un ataque de ira si ponemos de nuestra parte, permitiendo
recibir alguna ayuda.
Recomendación: 
Basta invocar al "Ángel Uriel" y el -furor- desaparece.

4)   Avaricia, ambición más allá de cuanto hemos obtenido; nos conduce a la tacañería, incluso hacia nosotros mismos.
-Se supera, dando, siendo generoso con el necesitado. Al dar, entregamos al hermano, parte de nuestro tiempo, cuando lo escuchamos, lo orientamos y lo socorremos.

5)   Lujuria, tendencia desmedida a satisfacer las inclinaciones sexuales, no aceptar nuestra naturaleza y participar del idealismo de género. --Todo ser humano, dotado de espíritu, creado a semejanza de Dios puede tener control de este -apetito-, con amor propio, oración y decoro.

6)   Gula, apetito desordenado de comer y beber. Sabemos que las consecuencias graves son enfermedades como la bulimia, la obesidad y sicológicamente, la anorexia.
-A este exagerado apetito, lo podemos ayudar con conciencia clara                   a descubrir  -qué es lo nos lleva a ingerir-. Principal amigo: la disciplina.

7)   Pereza, negligencia a actuar, que lleva a la indiferencia por el bien ajeno.
-Se contrarresta con esfuerzo por toda labor, trabajo y actividad. Amor por lo que hacemos, consideración al prójimo, apreciación del tiempo perdido y sentido de pertenencia.

Fortalecer el espíritu es la tendencia a luchar
contra el mal y buscar el Reino de Dios.


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