jueves, 20 de agosto de 2015

Apatía

Algunos aportes al tema de la indiferencia,
que gobierna al mundo.
Un ejemplo: en nuestro país, cuando reformaron la invaluable
Constitución del 86, quitaron de las aulas la enseñanza
de religión católica y se abrió la amplia puerta de la
“libertad de culto”, cuyos resultados vinieron a ser la
“Pesca Milagrosa”, no de la que hablan los Evangelistas,
sino la de –pescar en río revuelto-.
Las sectas pululan, se prolifera la hechicería, suben los ingresos, 
se enriquecen los “avivatos”.

En nuestra época los dictados de Ortografía Analítica
ratificaban la educación que se recibía en los hogares,
cuando había familia y los padres eran los primeros educadores.
Fueron aquellos ejercicios los que formaron las generaciones
del 40 y más, hasta que la educación fue tomada
en copia de otros países, aparentemente desarrollados,
pero de moral frágil y declinante.
Aquí tenemos un dictado, sacado de un viejo y hermoso libro,
editado antes de que esta humanidad naciese.
“DIOS”, es su título.
“Cuando yo busco a mi Dios no busco forma de cuerpo, 
ni hermosura de tiempo, ni blancura de luz, ni melodía de canto, 
ni aroma de flores, ni ungüentos aromáticos, ni miel, 
ni maná deleitable al gusto, ni otra cosa que pueda ser tocada 
y abrazada con las manos; 
nada de esto busco cuando busco a mi Dios.
Mas con todo eso, busco una luz sobre toda luz, que no ven los ojos; 
y una voz sobre toda voz, que no perciben los oídos, 
y un olor sobre todo olor, que no siente el olfato; 
y una dulzura sobre toda dulzura, que no conoce el gusto; 
y un abrazo sobre todo abrazo, que no tiene el tacto; 
porque esta luz resplandece donde no hay lugar; 
y esta voz suena donde el aire no la lleva; 
y ese olor se siente donde el viento no lo derrama; 
y este sabor deleita donde no hay paladar que guste; 
y este abrazo se recibe donde nunca jamás se aparta.”   
Fray Luis de Granada
Es la misma Centelleante Luz de que habla San Agustín,  
el amor del Sermón 83 de San Bernardo.
La propia Fuente para la "Sed de Dios" que canta 
Fray Alejandro Tobón.
Al margen:
Ejercicio ortográfico para marcar, 
a través de una alabanza a Dios,
los diptongos y triptongos. 
Será que los niños de hoy saben 
que son esos vocablos?

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