Algunos aportes al tema de la indiferencia,
que gobierna al mundo.
Un ejemplo: en nuestro país, cuando reformaron
la invaluable
Constitución del 86, quitaron de las
aulas la enseñanza
de religión católica y se abrió la
amplia puerta de la
“libertad de culto”, cuyos resultados
vinieron a ser la
“Pesca Milagrosa”, no de la que hablan
los Evangelistas,
sino la de –pescar en río revuelto-.
Las sectas
pululan, se prolifera la hechicería, suben los ingresos,
se enriquecen los “avivatos”.
En nuestra época los dictados de Ortografía
Analítica
ratificaban la educación que se
recibía en los hogares,
cuando había familia y los padres eran
los primeros educadores.
Fueron aquellos ejercicios los que formaron
las generaciones
del 40 y más, hasta que la educación
fue tomada
en copia de otros países,
aparentemente desarrollados,
pero de moral frágil y declinante.
Aquí tenemos un dictado, sacado de un
viejo y hermoso libro,
editado antes de que esta humanidad
naciese.
“DIOS”, es su título.
“Cuando
yo busco a mi Dios no busco forma de cuerpo,
ni hermosura de tiempo, ni
blancura de luz, ni melodía de canto,
ni aroma de flores, ni ungüentos
aromáticos, ni miel,
ni maná deleitable al gusto, ni otra cosa que pueda ser
tocada
y abrazada con las manos;
nada de esto busco cuando busco a mi Dios.
Mas
con todo eso, busco una luz sobre toda luz, que no ven los ojos;
y una voz
sobre toda voz, que no perciben los oídos,
y un olor sobre todo olor, que no
siente el olfato;
y una dulzura sobre toda dulzura, que no conoce el gusto;
y
un abrazo sobre todo abrazo, que no tiene el tacto;
porque esta luz resplandece
donde no hay lugar;
y esta voz suena donde el aire no la lleva;
y ese olor se
siente donde el viento no lo derrama;
y este sabor deleita donde no hay paladar
que guste;
y este abrazo se recibe donde nunca jamás se aparta.”
Fray Luis
de Granada
Es
la misma Centelleante Luz de que habla San Agustín,
el
amor del Sermón 83 de San Bernardo.
La propia Fuente para la "Sed de Dios" que canta
Fray Alejandro Tobón.
Fray Alejandro Tobón.
Al margen:
Ejercicio ortográfico
para marcar,
a través de una alabanza a Dios,
los diptongos y triptongos.
Será
que los niños de hoy saben
que son esos vocablos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario