sábado, 22 de agosto de 2015

El siervo, el rey y su dedo meñique

Hubo un rey, quien a compañía de un siervo lo escuchaba
hablar de Dios, Bueno y Perfecto.
Foto tomada por Jairo
Cierto día salieron al bosque y una fiera atacó al rey;
Severo, el siervo, logró vencer a la fiera, pero no pudo evitar
que le quitara el dedo Meñique derecho a su amo.
Una vez auxiliado el rey, mandó llamar a Severo y le preguntó:
-Cómo dices que tu Dios es bueno y perfecto?
Si lo fuera, no habría permitido que la fiera me quitara
mi dedo.
El siervo contestó:
El Señor siempre es bueno y obra de forma perfecta.
Le quitó el dedo, pero no la vida.
Entonces el rey lo mandó a la mazmorra más infrahumna.
Tiempo después el rey volvió a dar un paseo por el bosque
y fue atacado por una tribu que hacía ofrendas a su dios,
 de sacrificios humanos.
Tomaron al rey, lo colocaron sobre una apagada fogata.
Antes de que se convirtiera en pira, el jefe indio dio
la orden de parar el sacrificio: -¡No lo quemen!
Éste no sirve para el holocausto,
-LE FALTA UN DEDO-
El rey regresó al castillo y mandó llamar a Severo.
-Cómo crees que tu Dios es bueno, si ha permitido
que estés en el peor subterráneo?
Sí majestad, es bueno, porque si los dos hubiéramos
ido al bosque, hoy,  a quien hubieran quemado era a mí,
por estar completo…
Dios SIEMPRE es Bueno, hace las cosas bien.
Dios es Perfecto". 
“Por las Huellas del Maestro”
Reseña Padres Agustinos.
Foto tomada por Susana

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