lunes, 23 de mayo de 2011

Cómo buscamos compañía? A través de la enfermedad…

Hoy, cuando la soledad y el abandono son los compañeros de los adultos mayores, he reflexionado el porqué buscamos, valga la redundancia, compañía, aunque sea para una cita médica…

“Muchísimos de cuerpo débil y enfermizo, llegarían a ser fuertes y sanos con solo dar a Dios la oportunidad de manifestarse en sus obras.

Quiero decir:

No te cierres al divino flujo. Haz algo mejor que esto: Ábrete a él. Solicítalo, fluirá a destruir los obstáculos que lo embarazan.

“Mis palabras son vida para quienes las oyen, y salud para toda su carne”. Proverbios 4:22.

“Conviene recordar que la salud es tan contagiosa como la enfermedad”. Por ello, “el mero hecho de persistir en el pensamiento de completa salud estimula y pone las fuerzas vitales en condición de restaurarla, al cabo de cierto tiempo”.

“Uniros vitalmente con Dios”. Medita diciendo:

“Soy imagen de Dios, vida de mi vida; y como espíritu, como ser espiritual, puedo excluir el mal de mi propia y verdadera naturaleza”.

Abro mi cuerpo, lo abro completamente al creciente influjo de Dios, que desde entonces fluye y circula por mi cuerpo intocado el proceso de mi curación”.

Recopilaciones de “En Armonía con el Infinito”

Rodolfo Waldo Trine

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