Comparto mi despedida del año 2013 con estas
hermosas lecturas de la Eucaristía para hoy.
Nada que escribir, ni inventar.
Todo está dicho en Juan.
Hijos míos, es el momento final. Habéis oído que iba a
venir un Anticristo; pues bien, muchos anticristos han aparecido, por lo cual
nos damos cuenta que es el momento final. Salieron de entre nosotros, pero no
eran de los nuestros. Si hubiesen sido de los nuestros, habrían permanecido con
nosotros. Pero sucedió así para poner de manifiesto que no todos son de los
nuestros. En cuanto a vosotros, estáis ungidos por el Santo, y todos vosotros
lo conocéis. Os he escrito, no porque desconozcáis la verdad, sino porque la
conocéis, y porque ninguna mentira viene de la verdad. 1 Juan 2,18-21
En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra
estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba
junto a Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada
de lo que se ha hecho. En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los
hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió. Surgió un
hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar
testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz,
sino testigo de la luz. La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo
hombre. Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de
ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.
Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en
su nombre. Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano,
sino de Dios.
Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y
hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de
gracia y de verdad. Juan da testimonio de él y grita diciendo: "Éste es de
quien dije: "El que viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía
antes que yo."" Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras
gracia. Porque la Ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad
vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Hijo
único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer. Juan
1,1-18 Casa para tu Fe Católica.