De lo que ya se ha dicho... III

“ ¿qué es lo que nos ayuda a crecer en humanidad 

y en comprensión recíproca en el mundo digital? “. 

Suprimir “digital” - en ese ayer (1952), no había Internet-

-La cultura del encuentro requiere que estemos 

dispuestos a dar”...Papa Francisco

XLVIII Jornada de las Comunicaciones Sociales

Con motivo de la reciente entrada de los educandos

y profesores a los planteles, deseo enfatizar sobre los 
temas tratados en ALTablero, a principio del año 2004.

“La ciudadanía es un mínimo de humanidad compartida”.

“Ser ciudadano es respetar los derechos de los demás”.
                                                         Antanas Mockus

En reminiscencias, mis profesoras, verdaderas doctoras 
a los 20 años, no tuvieron que ir a la universidad, 
salieron de la Normal, que las enriqueció de valores y 
llevó a educar niños, familias y pueblos. 
Fueron ejemplo de vida y jamás podré olvidar sus 
nombres, por eso, para dar testimonio de lo que 
me legaron, están aquí por orden de grado:

Hermana María Emma – Colegio del Sagrado Corazón.

Señoritas Inés Quintero Camacho,

Teresa Borray Ardila, Zoila correal Medina, y

Ma. Del Carmen L. de Bazurto, en la Escuela de Los ángeles.

Beatriz concha de Saiz, María Gaitán Patiño, Rosita Bedoya,

Ma. Del Carmen Mayer, Aixa Gaviria de Osorio, Doña Elenita,

Emilia Bueno de Escobar, Mercedes García Sánchez,

y Amalia Saavedra Plata (*) 

De pronto hubo otras maestras, cuyos nombres se me 

escapan.En la Universidad, muchos maestros formadores 

también, Marta Maldonado, María Cristina Pinilla 

y el Maestro Agustín Uhía.

Maestras de Master Kindergarten:
Teresa, Claudia, Carmenza y Ma. Eugenia

 Mis maestras no solo –nos formaban- sino que

despertaban el “sentido común”, (q.e.p.d.), de Descartes.

A la ausencia de este fallecido sentido, se debe la 

mediocridad, la negligencia, la indiferencia, 

la pereza mental, el celo profesional y la intriga.

La autenticidad de la educación comenzaba cuando se

aplicaba autoridad, como dijera Jesús:

“tus pecados te son perdonados”.

Como repitiera mi madre, las voces de papá:

“Las órdenes se cumplen o la milicia se acaba”.

Así los padres de familia, educaban con disciplina.

*Fijación equivocada

con otra compañera.

Mi personalidad 

confundida.