lunes, 17 de febrero de 2014

P A R A L E L O V

Bogotá, algo de Historia y costumbres

Todas las quintas y casas gozaban 
de una estufa a carbón
mineral con cuya  combustión 
se obtenía agua caliente
para los  menesteres que la familia requería como el baño diario o
el uso para la cocina.
Sobre la estufa había dos 
tanques de cobre, uno
enorme y el otro pequeño.

Pocos automóviles particulares.
En la ciudad había escasos buses y los Taxis Rojos y Negros suplían el transporte; el gran Tax, de ocho puestos,  daba mayor confort al servicio público. Los conductores usaban uniforme.
La movilización se hacía a pie, tanto a colegios, como a oficinas.
Los cafés eran frecuentados solo por caballeros, quienes tomaban
tinto, perico* y bebían brandy y "güisqui"; el pueblo “chicha”.
En la fecha, febrero de 2014, quiénes más beben son
las mujeres.

Los sitios veraniegos cerca a la sabana eran Cachipay, Choachí, 
Sasaima, La Florida, La Esperanza y Útica. 
Tocaima, Apulo y Girardot, dónde se 
arreglaban la mayoría de los matrimonios de los santafereños.
 
La Estación de La Sabana era cómplice de los sorpresivos 
encuentros para el viaje en tren, antes de llegar a las fincas
de esos pueblitos, lugares visitados por las familias bogotanas.
 

Aunque hubiésemos ganado 
“El León de Oro”, por la arquitectura
moderna en 2007 y la utilización del 
–ladrillo-, en la actualidad, los  
atropellos son contra la arquitectura colonial, con las urbanizaciones en 
los municipios del patrimonio paisajista, 
con el cual contaban los bogotanos para paseos y vacaciones.
También se pierde el objetivo del 
"León de Oro",
con la arquitectura estructural,
a base de tubos.
Estos aropellos comenzaron en Fontibón, Engativá y Chía; 
siguieron con  Funza, Madrid y Mosquera; a un tiempo muy corto, 
con Cajicá y Cota; luego con  Tabio, Tenjo y Subachoque. 
La gran ciudad de Facatativa, pierde su encanto, pues 
ahora es otra zona rosa. 
Por último, El Rosal, desde 2007.
“La tierra no es un legado de nuestros padres, 
sino un préstamo que nos hicieron nuestros hijos”. 
– Sentencia de las comunidades aborígenes africanas-



No hay comentarios:

Publicar un comentario