De lo que ya se ha dicho...II

“Necesitamos resolver las diferencias mediante formas 

de diálogo que nos permitan crecer en la comprensión 

y el respeto! Papa Francisco.
XLVIII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.

Igual en la pedagogía, la cultura y la diferencia 
generacional.

      Con motivo de la reciente entrada de los educandos

y profesores a los planteles educativos,

deseo enfatizar sobre los temas tratados en

ALTablero, a principio del año 2004.

“La ciudadanía es un mínimo de humanidad compartida”.

“Ser ciudadano es respetar los derechos de los demás”.

Antanas Mockus

Lo que llamamos pedagogía de inmediato lo llevamos 
al aula y a su entorno. 
En el hogar ese mismo término es educación

u orientación.

¿Dónde queda la autoridad y la disciplina?

Tanto en la casa como en el plantel necesitamos

con aplicación de justicia y ternura, –formar-.

Isabela

“Educar al niño, para no tener que corregir al hombre”,

pancarta divulgada por la Policía Nacional de Colombia, 
exhibidaen la avenida 68 con calle 53, por décadas..

Si la educación no se ejerce con vocación, no hacemos

continuidad en la práctica del amor y la misericordia.

Se pierde el amor propio y la autoestima y al madurar 
o envejecer, tendremos que consultar a Walter Riso 
para que nos enseñe:

“Como aprender a quererse”.

Jaime A. Orozco, Ibeth, Carlos Caballero y...

La PEDAGOGÍA se inutilizó, cuando cerraron las 
instituciones que formaban “maestros”, las antiguas 
Normales, verdaderas escuelas, que extendían su mística 
a la familia y legaban su pertenencia, al municipio.

La tradición educativa se elegía por vocación, “mito”

familiar alimentado por la dignidad.

Es necesario comprender, desde los entes 
administrativos de la educación que las NORMALES, 
SÍ formaban maestros con vocación y no por

solucionar una situación económica, para

pagar la universidad en otra carrera,

diferente a la docencia, explorando -qué es
más conveniente-

                            

                      

Susana Gaitán, óleo

Los maestros deben tener

sentido de pertenencia

hacia el aula y con

los educandos.

El maestro debe conservar

tradiciones, para forjar

desde el arraigo,

lo concerniente a

cada individuo.