Sin deseo descabellado, ni ofensivo, haremos una recopilación de la experiencia de un destacado periodista, que quiso imaginar cómo sería una entrevista con el Señor y escribió un monólogo, para lo cual, colocó la personalidad de Jesús, como cuando vino al mundo, haciéndose, también humanidad:
-Jesús, qué es lo que más te sorprende de los hombres?
· Que apurados por crecer, se aburren de ser niños, y al ser adultos, desean regresar a la niñez.
· Que pierden la salud buscando hacer dinero y luego gastan el dinero, tratando de recuperarla.
· Que viven, como si jamás se fueran a morir y mueren, sin haber vivido.
Hubo un profundo silencio… que rompió el periodista para hacer su última pregunta:
-Como Padre, qué le pedirías a tus hijos?
· Que no crean que pueden hacer que alguien los ame deben dejarse amar.
· Que se gastan años en construir confianza y solo segundos en destruirla.
· Que lo más valioso no es lo que tienen en sus vidas, sino a quien tienen en ella.
· Que no es bueno compararse con otro, pues siempre habrá diferencia.
· Que rico no es quien más tiene, sino quien menos necesita.
· Que basta unos segundos para causar heridas profundas en nuestros seres queridos, y pasar largos años para que cicatricen.
· Que practiquen el perdón, porque solo así se siente paz y no solo se debe buscar que los perdonen, sino perdonarse así mismo.
· Que es mucha la gente que les ama, pero ignoran como expresarlo.
· Que los verdaderos amigos son difíciles de encontrar y quien logró tener uno, puede sentir que ha encontrado un tesoro.
· Que aprendan que son dueños de lo que callan y esclavos de lo que dicen.
· Que aprendan que la verdadera felicidad no es lograr metas, sino aprender a ser feliz con lo que tienen.
El periodista se sintió desfallecer, al encontrar el imaginario rostro de Jesús en su corazón, con un semblante triste, lánguidas facciones y lágrimas en sus ojos…
Su monólogo lo hizo tan real, que terminó llorando de dolor, por lo mucho que dejamos de amar…
No hay comentarios:
Publicar un comentario