lunes, 14 de julio de 2014

Llanto, desafuero e idolatría

“Aguafiestas”

Final del mundial de Fútbol
Treinta y un días de juego por cuatro años y más de preparación, 
en el más apasionado y sucio de los deportes, donde los participantes, 
algunos lo hacen por deporte, otros como profesión, y los demás por dinero.

Todo país aspira a ser sede, con la firme intención de destacarse.
Habrá un lapso de tiempo para la reflexión de los gobiernos 
de turno en el país seleccionado?

Qué se puede pensar de estos falsos, -dioses de los antiguos griegos- 
que causa tan apasionada euforia que se convierte en desenfreno, 
locura que lleva al aficionado a la violencia, saqueo, incendios, 
asesinato en masa, mientras los pueblos mueren de hambre?

Analicemos que en esta intemperancia hay población, castigada, 
si así puede llamarse a los invidentes que no pudieron ver la carrera 
detrás de un balón, los puntapiés, los mal-intencionados golpes 
y el maltrato entre equipos y jugadores. 
Los mudos no pudieron soplar las cornetas, ni propiciar estruendo. 
Los sordos, felizmente no tuvieron que oír el interminable canto, 
seguido a baladro y terminado en lamento de los goles que se 
encapsulan en la garganta.
Los niños, quedaron afectados de ansiedad, de contaminación, 
de violencia. No les quedó la inclinación a un deporte, sino la fogosidad 
de repetir los besos de idolatría al botín, balón y copa de oro; 
los premios de consolación en las fiestas locales de estímulo al deportista.
SILOS VACÍOS? O, FAROS DE LUZ...


Las familias que quedaron 
pobres por los desmanes, 
llanto y duelo por los muertos, 
no alcanza el tiempo para despertar 
a la realidad de pérdidas por una 
metalizada organización, la FIFA, 
que causa desafuero en las calles 
y estadios de los pueblos, 
en la pasión de un movimiento 
alimentado de competencia sucia.

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