San Francisco de Asis en 1952, inquieta mi alma.
Para hacer mi Primera Comunión, el 14
de septiembre de 1952,
nos indujeron a aplicar la oración de San
Francisco de Asís
Señor, hazme un instrumento de paz…
Que donde haya
odio, siempre yo amor.
Dónde haya
injuria, perdón.
Donde haya duda,
fe.
Donde haya
desesperación, esperanza.
Dónde haya
oscuridad, luz.
Dónde haya
tristeza, siembre yo alegría.
Oh Divino
Maestro! Concédeme:
Que no busque
ser consolado, sino consolar.
Que no busque
ser comprendido, sino comprender,
Que no busque
ser amado, sino amar.
Porque dando,
recibo;
perdonando, es
como Tú me perdonas.
Y muriendo en Ti,
nazco para la vida eterna. Amén
Creció mi espiritualidad observando el amor de este santo por la
naturaleza y los animales; por último,
al tropezarme con una súplica suya:
naturaleza y los animales; por último,
al tropezarme con una súplica suya:
“…Líbrame Señor, de las tentaciones ocultas
y
Manifiestas, previstas e insistentes...
¡No al aborto!
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