viernes, 12 de julio de 2013

La espiritualidad no germina sola IV

Jalil  Gibran – El profeta, 1975
Cuando estudié en Aspaen, hoy Universidad 
de la Sabana, la profesora Marta Maldonado, nos sugirió, 
a manera de orientación moral, leer este hermoso libro 
y "tomarlo como de cabecera". 

En anteriores blogs me he referido a este espiritual autor,
alimentado de moral. Sin embargo, transcribiré un trozo 
de mi capítulo favorito:
Escuchando, una mujer al maestro, con un niño en sus brazos, 
le dijo:
Háblanos de los hijos
Y él contestó:
“Vuestros hijos no son vuestros hijos.
Son los hijos y las hijas de los anhelos que la vida tiene 
de sí misma.

"Si quisiéramos, no podríamos entrar...
Vienen a través de vosotros, 
mas no de vosotros, y aunque 
vivan con vosotros 
no os pertenecen.
Podéis darles vuestro amor, 
mas no vuestros pensamientos.
Porque ellos tienen sus propios 
pensamientos.
Podéis dar albergue a sus 
cuerpos mas no a sus almas.
Porque sus almas moran 
en la casa del mañana, 
          que ni aun en sueños 
           os es dado visitar.
De visita en el Jardín Botánico
Podéis esforzaros 
por ser como ellos, 
mas no intentéis 
hacerlos como vosotros.
Porque la vida no marcha 
hacia atrás, ni se detiene 
en el ayer.
Vosotros sois el arco 
por medio del cual 
vuestros hijos son 
disparados como 
   flechas vivas.

La Piñuela, foto de Susana
Dice Jalil:
“Despierta cada día con un corazón palpitante y da gracias
a Dios por otro día de amor”.

 ¡No al aborto! 

No hay comentarios:

Publicar un comentario