Cuando estudié en Aspaen, hoy Universidad
de la Sabana, la profesora
Marta Maldonado, nos sugirió,
a manera de orientación moral, leer este hermoso libro
y "tomarlo como de cabecera".
En anteriores blogs me
he referido a este espiritual autor,
alimentado de moral. Sin embargo, transcribiré un trozo
de mi capítulo favorito:
Escuchando, una mujer al
maestro, con un niño en sus brazos,
le dijo:
Háblanos de los
hijos
Y él contestó:
“Vuestros hijos no son
vuestros hijos.
Son los hijos y las
hijas de los anhelos que la vida tiene
de sí misma.
"Si quisiéramos, no podríamos entrar... |
Vienen a través de
vosotros,
mas no de vosotros, y aunque
vivan con vosotros
mas no de vosotros, y aunque
vivan con vosotros
no os pertenecen.
Podéis darles vuestro
amor,
mas no vuestros pensamientos.
mas no vuestros pensamientos.
Porque ellos tienen
sus propios
pensamientos.
pensamientos.
Podéis dar albergue a
sus
cuerpos mas no a sus almas.
cuerpos mas no a sus almas.
Porque sus almas moran
en la casa del mañana,
en la casa del mañana,
que ni aun en sueños
os es dado visitar.
De visita en el Jardín Botánico |
Podéis esforzaros
por
ser como ellos,
mas no intentéis
hacerlos como vosotros.
Porque la vida no
marcha
hacia atrás, ni se detiene
en el ayer.
Vosotros sois el arco
por medio del cual
vuestros hijos son
disparados como
flechas vivas.
La Piñuela, foto de Susana |
Dice Jalil:
“Despierta cada día con un corazón
palpitante y da gracias
a Dios por otro día de amor”.
¡No al aborto!
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