domingo, 24 de julio de 2011

Juramento de Hipócrates

En mi segunda entrega sobre el Juramento de Hipócrates, me hubiera haber grabado la Homilía del sacerdote redentorista, Luis Antonio, en la Eucaristía de la parroquia de San Alfonso María de Ligorio, a las 7 a.m., julio 24 de 2011, cuyo contenido reitera la falta de ética a la cual me refiero con este juramento.

Grecia 1, Go-377-A.C.

“Juro por Apolo el médico Esculapio y por Hygeia y Panacea y por todos los dioses y diosas, poniéndolos de jueces, que éste mi juramento será cumplido hasta donde tenga poder y discernimiento. A aquel quien me enseñó este arte, le estimaré lo mismo que a mis padres; él anticipará de mi mantenimiento y si lo desea, participará de mis bienes. Consideraré su descendencia, como mis hermanos, enseñándoles este arte sin cobrarles nada, si ellos desean aprenderlo.

Instruiré por precepto, por discurso y en todas las otras formas, a mis hijos, a los hijos de quién me enseñó a mí y a los discípulos unidos por juramento y estipulación, de acuerdo con la ley médica y no a otras personas.

Llevaré adelante éste régimen, el cual de acuerdo con mi saber y discernimiento será en beneficio de los enfermos y los apartaré del perjuicio y del error. A nadie daré droga mortal aun cuando me sea solicitada, ni daré consejo con ese fin. De la misma manera, no daré a ninguna mujer supositorios destructores; mantendré mi vida y mi arte alejado de toda culpa.

No operaré a nadie por cálculos, dejando el camino a los que trabajan en esa práctica. A cualquier casa que entre, iré por el beneficio de los enfermos, absteniéndome de todo error voluntario y corrupción y de lascivia con las mujeres u hombres libres o esclavos.

Guardaré silencio sobre todo aquello que en mi profesión o fuera de ella, oiga o vea en la vida de los hombres que no deba ser público, manteniendo estas cosas de manera que no puedan hablar de ellas.

Ahora si cumplo este juramento y no lo quebranto, que los frutos de la vida y del arte, sean míos, que sea siempre honrado por todos los hombres y que lo contrario me ocurra si lo quebranto y soy perjuro”.

Sigue 3ª entrega:

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