viernes, 1 de julio de 2011

Ser joven

Ser joven no es un problema de edad.

La juventud va por dentro; es un estado del alma.

Ser joven es tener siempre algo qué hacer, qué decir, qué pensar, qué soñar.

Ser joven es tener ganas de vivir, de amar.

La juventud es una energía que se produce dentro de nosotros y que sale en forma de entusiasmo.

Es como estar lleno de hormigas por dentro.

Las cualidades de la juventud son, entre otras: las ganas, la aventura, la imaginación, la creatividad, la osadía, la nobleza, el amor permanente.

Para ser joven, es necesario tomar esa decisión y no frenar ímpetus.

Ser joven cuando ríes, cuando besas, cuando te aman, cuando le dices a alguien que le amas; cuando andas descalzo bajo la lluvia, estirarte sobre la hierba, mirando las estrellas, apostar carreras con un perro, escribir poemas, para esconderlos.

Para ser joven hay que disfrutar de la vida, de los amigos, de los sitios, de las canciones, de las sorpresas.

Cuando sonríes, es la juventud que se salió por tu cara. Cuando bailas, es la juventud que se salió por tu cuerpo.

Para el joven no hay barreras, no hay imposibles, no hay borradores.

Ser joven es saber andar con la gente y saber estar solo.

Un joven es un globo que se eleva más arriba de las nubes, un barco que se mete en las tempestades, un verso que se enreda en el corazón; es un arco iris de sentimientos, un volcán en actividad, una gota de rocío en la melena de un león.

La experiencia de ser joven puede durar toda la vida, si no dejamos caer el entusiasmo, si buscamos los imposibles y hacemos realidad los sueños.

Ser joven es un privilegio de nosotros los jóvenes.

Anónimo

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