domingo, 3 de julio de 2011

Quién...

Quién vivirá por mí?

¿Quién querrá hacerse cargo de construir mi ser y de trazar mi rumbo?

Quién, que desde hoy corrija mis errores y lamente mis fracasos; que escuche mis quejas y diga: “¡pobre!, ¡con razón sufres!”

Que no se canse con mi pobreza, con mi frágil salud, mis pensamientos tristes y mis lágrimas por el pasado?

Quién me librará de las jornadas duras y allanará todos los caminos por donde pasé?

Quién que se levante cuando yo tropiezo y que eche leña a la esperanza?

Quién hay dispuesto a conseguir el triunfo y a colocarlo en mis manos?

Que mire como brilla el sol y lo descubra ante mis ojos?

Quién, que asegure que soy bueno y le diga al mundo que mi fatiga es justa?

Quién me acogerá como a un hijo desvalido?

Quién, que sea fuerte y luchador hará en mi lugar lo que es preciso para hacerme feliz?

Si yo hoy pudiera, pero…

Si yo hoy empezara, pero…

Quizá si…

Quizá cuando despierte, quizá cuando despierte y tenga que emprender el vuelo…

Autor desconocido

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