Hoy y cada día, la vida nos premia. Vemos a Susana independiente, útil, feliz, y con proyecciones. Respecto de éstas, se necesita fortaleza para aceptar que los niños con Síndrome de Down no tienen las oportunidades que los padres deseamos y que ellos sueñan.
De tal forma, debemos encontrar las respuestas acertadas y sinceras a sus preguntas para no defraudarla o interrumpir sus ilusiones. Nuestra hija, siempre quiere alcanzar lo que ve en su entorno.
Susana, como objetivo del “Programa Educativo a través de la Recreación para los niños con Síndrome de Down”, continúa en su núcleo familiar y en el medio que le ofrece oportunidades.
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