sábado, 18 de junio de 2011

Gratitud póstuma, papá

El viaje

He cortado mis deudas, he cortado mis ataduras, las puertas de mi casa están abiertas, he olvidado mis amores: Soy libre, y me voy por el ancho mundo!

En cuclillas, agrupados en su rincón, los otros tejen la tela gris de sus vidas, o cuentan su oro entre el polvo, o beben su triste vino, o cantan lánguidas canciones: y me llaman para que regrese a su lado.

Pero yo he forjado mi espada y he vestido mi armadura y mi caballo plafa de impaciencia.

¡Soy libre, es la mañana, y parto a conquistar mi reino!

La Ventana

De repente se abrió de par en par, esta mañana, la ventana de mi corazón que mira a tu corazón.

Y maravillosamente vi mi nombre, aquel con que me nombra tu voz más íntima y querida, escrito sobre las hojas y las flores en tu corazón.

Y esperé silencioso.

Un instante se alzó, volando, el visillo que separa tus cantos de los míos.

Y descubrí que en la claridad de tu mañana, en tu corazón, alguien cantaba mis canciones futuras, las que no he soñado ni cantado todavía.

Y para aprender mis propias canciones, me senté, silencioso, a tus pies.

Rabindranath Tagore

No hay comentarios:

Publicar un comentario