El tranvía
El primer transporte masivo fue el tranvía de mulas, carruaje tirado por bestias, reemplazado por el tranvía descubierto, llamado Nemesias, a nombre del alcalde que las trajo, Nemesio Camacho.
El tranvía de Franja Azul, abierto cubría la ruta de San Cristóbal a Chapinero; el de Franja Blanca, Iba del barrio Santander, por la calle 20 hasta la ciudad Universitaria; el tranvía Amarillo desde el Ricaurte hasta los Barrios Unidos, hoy Siete de Agosto.
Después llegaron las “Lorenzas”, tranvía de lujo y cerrado, cuyo nombre fue tomado por el de la primera dama Doña Lorencita Villegas de Santos.
Con excelente servicio las “Nemesias y Lorenzas” despertaron la admiración de los citadinos, pues en la oscuridad de la noche irrumpían con el chorro de luz que salía del reflector del frente.
El conductor y cobrador lucían flamantes uniformes con botones dorados.
La velocidad que desarrollaba el tranvía eléctrico era superior al de mulas, pues en cinco minutos recorría 10 cuadras, mientras el otro gastaba media hora. El recorrido cubría las vías del centro, el Cementerio Central y Chapinero.
Hubo elitismo en el servicio, al frente del tranvía, en ocasiones, llevaba un letrero de “Servicio Obrero”.
Los tranvías utililizaban cortinas estampadas con listas rojas y azules, que los pasajeros subían y bajaban para experimentar el resorte con el cual se movían.
Los pasajeros se disputaban las bancas brillantes, taponadas en amarillo, con brazos de metal.
Las tarifas eran de 3, 5 y 10 centavos por persona, según el tranvía, lo que hizo una popularidad de servicio incluyendo ruanas y canastos.
Los rieles iban de la calle 1ª, esto sin precisar, y llegaban hasta la avenida de Chile con carrera 7ª. Allí estaba el bar “Tout-va-Bien con cuatro líneas de bolos. El tranvía regresaba por la carrera 13 y subía por la calle 43.
A principios del siglo pasado uno de los tranvías resbaló sus ruedas sobre los rieles y acabó en pleno con Chapinero.
El 9 de abril de 1948, con el Bogotazo, desapareció tan buen servicio masivo de transporte.
Los dos transportes masivos que ha tenido la ciudad, con excelente servicio y sin contaminación al medio ambiente, el descrito y el Trolley, cuyo servicio rodó por toda la ciudad y tuvo el proyecto de los cables hasta ciudad Kennedy, anulado completamente en una de las alcaldías más deficientes de Bogotá.
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